(1954, Shandung, China). Tras formarse en su país natal, se traslada en 1988 a Berlín gracias a una beca de la DAAD. Entre las exposiciones más relevantes en las que ha intervenido hasta el momento presente, destaquemos las siguientes: Kunstverein de Heidelberg (1986), Chinagalerie Berlin (1990), Arte Chino en el exilio (Berlín, 1991), Leiblicher Logos (Staatsgalerie Stuttgart, 1995), In Medias Res (Estambul, 1997) o Resonance (Art Beatus Galery, Vancouver, Canadá, 1998). En el presente año ha intensificado su trabajo instalativo, con exposiciones individuales como la realizada en la Galerie Baukunst de Colonia o su intervención en la colectiva Heimat Kunst (Haus der Kulturen der Welt, Berlin). Alterna su residencia entre Berlín y China.
NUEVA
RUTA DE LA SEDA, 2000
Entre los materiales que con mucha frecuencia emplea Qin Yufen se encuentran
las telas finísimas, polícromas, fluidas y brillantes de seda. En la instalación
Nueva ruta de la seda se disponen con derroche de abundancia centenares
de metros de listas blancas del valioso material cayendo desde el techo.
La Nueva ruta de la seda es, sin embargo, algo más que una llamada
poética a los sentidos del espectador, el cual irremisiblemente se ve
cautivado por la belleza del material. El lujoso producto de la seda es,
visto históricamente, uno de los primeros artículos de exportación que
llegó a Europa siguiendo la ruta de la seda, y despertó en occidente la
curiosidad por la alta cultura del lejano oriente. Haciendo referencia
al comercio universal que se estableció hace casi 2000 años, Qin Yufen
tematiza con este trabajo cuestiones actuales respecto a los temas de
la globalización y las nuevas perspectivas para el siglo XXI. "Hoy -escribe
la artista- se intercambian informaciones millones de veces más deprisa
a través de las vías de datos… Mediante este proceso, las gentes se han
ido acercando aparentemente. Pero ¿cuánto nos conocemos y aceptamos realmente?"
PRIMAVERA
EN EL PABELLÓN DE JADE
(Yu Tang Chun), 1995
En 1995 se creó para la exposición "Leiblicher Logus", en la Staatsgalerie
de Stuttgart, la instalación Primavera en el pabellón de Jade.
El título, de tono poético, forma un consciente contraste con los materiales
del quehacer diario empleados en el trabajo, la multiplicidad de los sobrios
objetos de uso corriente dispuestos rítmicamente: la artista ha colocado
más de cien tendederos acomodados al espacio, colgando de cada uno de
ellos, con pinzas de madera, pliegos de papel de arroz blancos en modelos
de repetición. Procedentes de cientos de altavoces sujetos entre las tiras
de papel suenan composiciones sonoras meditativas de Qin basadas en una
ópera de Pekín. La pieza escenificada trata de la justicia; se cuenta
el destino de una mujer. El material y los sonidos de la música dan lugar
a una confrontación acústico-visual de la cultura occidental y oriental,
que no obstante queda anulada simbólicamente por la composición global
de la instalación. Surge un diálogo.
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