Mecánica Popular

agosto 5, 2019 on 5:32 pm | In ciencia ficción, innovación | No Comments

Hace unos días mi amigo Juan Carlos me donó un taco de ejemplares de la revista “Mecánica Popular”, edición en español de la americana Popular Mechanics. Estas adaptaciones se hacían desde 1947 y tuvieron cierta repercusión en países latinoamericanos y, a través de importación, llegaban hasta nuestro país. Sin duda, los afortunados que podían permitirse un ejemplar, caerían apabullados por el progreso, capacidad técnica y bienestar que se vivía en los EE.UU.

Junto a publicaciones como Scientific American, Radio Craft, Radio-Electronics o Popular Electronics sorprende la cantidad de conocimiento que se ponía a disposición de cualquiera. Como ya comenté en otro artículo, si en España querías echar la imaginación a volar y tener contacto con algo de ciencia divulgativa, no había mucho donde elegir y tenías que recurrir a las “novelas de a duro” de ciencia ficción.

Energía atómica, automóviles, bricolaje doméstico, últimos avances en electrónica, aeronáutica o manejo de herramientas -entre otros temas- se tocan en sus páginas. Hay que decir que muchos artículos tienen un tono sensacionalista y rozan la exageración pero son muy reveladores de aquel momento histórico. Tampoco pasa desapercibida su publicidad… En esta se aprecia una constante alusión al éxito económico, profesional y personal: El sueño americano en estado puro.

A veces me pregunto cuál habrá sido el grado de responsabilidad de estas revistas en el auge técnico e inspiración de futuros ingenieros de Estados Unidos. Es evidente que su contenido y forma de informar despertó la curiosidad de más de uno. Esto quiere decir que no solo es suficiente con empujar la innovación y el progreso con subvenciones que proceden de la administración, es vital estimular a los jóvenes para que vean atractiva la ciencia y la tecnología.

Ahora me encargaré de preservar estas revistas y volcar a la galería ciertos artículos que hablan sobre el uso de sistemas portátiles para comunicarnos inalámbricamente, grandes computadoras, cámaras de TV móviles, empleo de transistores en la fabricación de receptores de radio y otras muchas novedades. ¡Gracias Juancar!.

ASIMO en el Miraikan de Tokio

julio 18, 2019 on 5:12 pm | In ciencia ficción, innovación, viajes | No Comments

Recientemente he estado por Japón. Tras las visitas que un turista debe de hacer, he querido aprovechar la ocasión para ver a ASIMO, el famoso robot de Honda. Para ello nos acercamos al Museo Nacional de Ciencias Emergentes e Innovación, también conocido como Miraikan, en Tokio. El proyecto ASIMO (Advanced Step in Innovative Mobility) comenzó en el año 2000 y desde entonces se han sucedido diferentes versiones. Esta, la que exhiben actualmente en el Miraikan, es la séptima y fue presentada en el año 2011. Debido a sus habilidades y a la perfección de sus movimientos y, como no, a su simpatía, ASIMO ha sido un gran representante del Estado japones. Por ejemplo, él ha interactuado con Obama, Angela Merkel o los Reyes de España. El año pasado Honda cerró el proyecto ASIMO reorientando su experiencia en robótica hacia aplicaciones del coche autónomo y robots sanitarios.

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El Miraikan se plantea como un espacio donde se presentan tecnologías o ciencias que están cambiando o cambiarán nuestras vidas. Por esa razón, bajo su bonito edificio, encontramos temas tan dispares como la Estación Espacial Internacional, las células madre, la detección de partículas atómicas, Industria 4.0, el cuidado del medio ambiente, Internet, la secuenciación de ADN… y los robots.

Como podéis suponer, el capítulo de los robots, tratándose de Japón, es un tema especialmente interesante. Todos conocemos que la capacidad técnica y experiencia de los nipones en estos temas va por delante del resto de países pero quizás, lo realmente llamativo, es ver como aparentan aproximarse a un “ser” artificial. Mi sensación es que, mientras que en Occidente vemos a los robots como cacharros mecánicos que nos pueden quitar el trabajo o representan una amenaza contra nuestra seguridad, da la impresión de que allí se está asentando la idea que estas máquinas, dentro de unos años, ocuparán un hueco en la sociedad para atender a ancianos, realizar labores penosas o difíciles, compañía y fines sexuales… No sé, igual son conclusiones equivocadas pero sigo creyendo que en Japón hay algo con los robots que transciende de lo puramente mecánico.

Telenoid, un andoride que genera emociones

noviembre 19, 2014 on 6:13 pm | In ciencia ficción, innovación | 1 Comment

Tener en brazos a Telenoid ha sido una mezcla de emoción y compasión. La ternura que pretende trasmitir esté androide bebé se enfrenta a un aspecto que nos recuerda a una criatura mutilada. Telenoid es un androide de compañía pensado para prestar servicios de teleasistencia. Es decir, a través de Telenoid hablamos con otra persona -un operador de teleasistencia- que es quien mueve los hilos de esta sofisticada marioneta.

Este pequeño androide ha sido desarrollado por el profesor Hiroshi Ishiguro en la Universidad de Osaka. El profesor Ishiguro es uno de los científicos más influyentes en el mundo de la robótica humanoide. Como podéis comprobar, el realismo gestual de sus creaciones van más allá de la pura robótica y nos adentran en el campo de la emociones.

Portadas de Ciencia Ficción

febrero 2, 2014 on 5:50 pm | In ciencia ficción, galería de imágenes | 4 Comments

Adolfo García | Aunque en mi infancia conocí la existencia de las célebres novelas “de a duro”, nunca se cruzaron en mi camino. De aquella época apenas recuerdo las populares “novelas del Oeste” escritas por Estefanía y los establecimientos donde se intercambiaban. Hace más de una década, cuando me aproximé brevemente al mundo del fandom y las Hispacon (cita anual de los aficionados a la Ciencia Ficción y Fantasía), descubrí qué, desde 1953 y bajo aquel característico formato de novelita de bolsillo, además de westerns, también se publicó mucha ciencia ficción. Aquel descubrimiento fue una especie de revelación aunque, en honor a la verdad, tras varios intentos de lectura no conseguí darle continuidad. No obstante había algo en aquellas novelas, en su superficie, que me seguía cautivando. Ese “algo” eran sus ilustraciones de portada de estilo space opera.

Carlos Alberto, amigo y guía personal en mi aproximación al mundo de las Hispacon, tuvo la amabilidad de pasarme un CD con un montón de portadas escaneadas. Durante este tiempo he buscado en Internet -sin éxito- algún sitio donde estas imágenes estuvieran accesibles con cierta calidad. Al no encontrar nada me he decidido a poner este material a disposición de aficionados y curiosos. Aunque no están todas las portadas ni colecciones publicadas, aquí encontrarás una buena representación.

Sería osado por mi parte hacer un análisis crítico de estas obras. Como no-lector no puedo aportar información objetiva más allá de los datos editoriales básicos de cada colección. Afortunadamente, para aquellos que estéis interesados, en Internet hay bastantes textos de auténticos eruditos que, sin lugar a dudas, son la mejor fuente para profundizar en el tema. En este sentido recomiendo empezar por los artículos de José Carlos Canalda. Los podéis encontrar en diferentes web del género y en un su web personal (www.jccanalda.es). También, para tener una visión más amplia de la novela popular y la ciencia ficción española, os recomiendo dos libros que reúnen artículos de diferentes autores, incluido Canalda: La ciencia ficción española (2002) y La novela popular española (2000), ambos publicados por Ediciones Robel.

Futuro. Novelas de Ciencia y Fantasía. Es la primera gran colección de ciencia ficción de España. Fue puesta en marcha por José Mallorquí, creador del legendario personaje de El Coyote.  Desde Barcelona, a través de Ediciones Futuro, se publicaron 34 volúmenes entre 1953 y 1954. La mayor parte de las obras de Futuro fueron escritas por el propio Mallorquí usando distintos seudónimos. Solo una parte de relatos publicados en Futuro son obras originales. El resto son adaptaciones de obras extranjeras. Firmaron sus portadas Parera Ribas y Chaco Pino.

Luchadores del Espacio. Durante la década comprendida entre 1953 y 1964 Editorial Valenciana publicó 234 títulos firmados por 27 autores diferentes. La mayoría también publicó usando seudónimo. Entre ellos destacan los nombres de P. Danger (Domingo Santos) y Alex Towers (Ángel Torres Quesada) y, por supuesto, George H. White y Van S. Smith (ambos seudónimos empleados por Pascual Enguídanos). Enguídanos y su “Saga de los Aznar” fueron la pieza central de Luchadores del Espacio. Por su parte, Torres Quesada y Domingo Santos fueron los únicos autores que lograron transcender de las novelas de a duro y convertirse en afamados escritores de ciencia ficción. Las portadas de Luchadores fueron obra de José Luis Macías.

Espacio. La catalana Ediciones Toray logró poner en las estanterías hasta 547 volúmenes de esta colección (de 1955 a 1972). El autor más fértil e importante de Espacio es Luis García Lecha, quien firmaba con los seudónimos de Clark Carrados y Louis G. Milk. García Lecha llegó a publicar 234 novelas. Durante los primeros años la mayor parte de sus portadas fueron obra de Chábril.

Más Allá. Dirigida por Héctor Germán Oesterheld y publicada en Argentina entre 1953 y 1957 (48 números) tomaba gran parte de su material de la revista norteamericana Galaxy. Su línea editorial combinó la publicación de relatos de ciencia ficción con artículos de divulgación científica.

 

Algunas notas
En este apartado me gustaría recordar el contexto histórico en el que aparecieron las colecciones anteriores. Es importante resaltar que estas obras nacen en un periodo donde la ciencia ficción goza de cierto esplendor por lo tanto, su lanzamiento y buena acogida, no son casuales. En efecto, los años cincuenta se caracterizan por un gran desarrollo científico y tecnológico, en particular en Estados Unidos. Por poner unos ejemplos hay que citar que la era atómica acaba de dar comienzo; las computadoras y los robots provistos de “cerebros electrónicos” cautivan la imaginación popular, mientras que los avances de la aeronáutica se suceden con rapidez. Por si fuera poco, en 1957, la puesta en órbita del Sputnik y el viaje de la perrita Laika animarán la carrera espacial materializando la posibilidad de viajar a otros mundos. La televisión, los electrodomésticos y el teléfono introducen la tecnología en el hogar; y en el ámbito internacional, como consecuencia de la guerra fría, la ciencia jugará un papel decisivo en la consecución del liderazgo militar. Por último, en un plano menos real pero igualmente estimulante, recordemos el nacimiento del fenómeno OVNI y la proliferación de crónicas de contactos con seres del espacio exterior. En definitiva, el ciudadano percibe estos avances y cambios con una mezcla de temor, expectación y optimismo. Es en este paisaje donde la ciencia ficción se erige como el único género capaz de relatar historias relacionadas con el futuro, la ciencia y la tecnología. Además del puro entretenimiento, esta variedad literaria también se convierte en un popular canal de divulgación de conocimiento que, de otra forma, sería inaccesible para la mayoría de los lectores.

Al comienzo de la década de los cincuenta España deja atrás los peores años de posguerra, aislamiento internacional y autarquía. La firma del convenio que permite a EE.UU. el establecimiento de bases militares sella nuestro alineamiento ideológico y estratégico frente al bloque comunista. A cambio la dictadura de Franco empieza a normalizar sus relaciones con el exterior, consigue estabilidad económica y se beneficia de algunas transferencias y concesiones. No obstante, consecuencia de la política autárquica de los años anteriores y gracias al tesón de numerosos profesionales de instituciones científicas y empresas, España empieza a mostrar señales de desarrollo y autosuficiencia técnico-científica propios. Por citar algunas: CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), JEN (Junta de Energía Nuclear, actual CIEMAT), INTA (aeroespacial), CASA (aeronáutica, actual Airbus Group), ENASA (automoción, actual IVECO), SEAT y Barrerios (automoción), Talgo (ferrocarril), Bazán (astilleros militares, actual Navantia), ENDESA (energía eléctrica), ENCASO (petroquímica, actual Repsol), ENSIDESA (siderurgia, actual Aceralia/ArcelorMittal), CNTE (actual Telefónica), RENFE e Iberia (transporte). En resumen, encontramos ingredientes que nos hacer pensar que el sentimiento del españolito hacia el futuro, la ciencia y la técnica no era muy distinto del que se vivía en otros países.

[Visita la Galería Portadas de Ciencia Ficción]



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