Actividad física y podómetro (1)
septiembre 23, 2023 on 5:54 pm | In análisis de datos, colección | 3 CommentsAdolfo García Yagüe | La salud y la atención médica son sectores que siempre han captado la atención de las grandes tecnológicas. Además de por el dinero que ahí se mueve, en la actualidad estas compañías se ven seducidas por los grandes retos que les aguardan como, por ejemplo, la modernización y evolución hacia la nube de los actuales sistemas informáticos, la consolidación de la historia clínica de un paciente entre diferentes sistemas de salud (público y privado) y su portabilidad. Incluso, en el horizonte de esta transformación digital, hay algunas tecnológicas que no dudan en afirmar que, gracias a su inteligencia artificial (IA), serán capaces de apoyar a los profesionales sanitarios facilitando -en cuestión de segundos- diagnósticos más certeros con la posibilidad de prescribir tratamientos hiper-personalizados. Por último, mediante el uso de dispositivos inteligentes y la manida IA, algunos gurús tecnológicos pronostican que, en un futuro cercano, lograrán conocer en tiempo real detalles de la actividad física y salud de un individuo con el fin de adelantarse a súbitos o futuros padecimientos.
Con esta breve introducción solo pretendo trasladar la trascendencia del momento actual y recordar al lector que los ingredientes están entre nosotros: Cloud y regulaciones cada vez más estrictas para salvaguardar la privacidad de los datos, inicio de una nueva época alrededor de la inteligencia artificial, wearables más precisos… De estos últimos, de los dispositivos para la sensorización de un usuario, quería compartir alguna nota histórica a través de una serie de textos.
Podómetro
Empecemos hablando del podómetro, que es el dispositivo que permite medir el número de pasos durante el recorrido de una persona. Su empleo es sencillo: para conocer la distancia caminada solo tendremos que multiplicar el número de pasos registrados por la longitud de la zancada, que, en la mayoría de los podómetros, es configurable por el usuario. Hay podómetros que llegan a calcular las calorías consumidas y la velocidad media, pero eso lo veremos más adelante. Ahora retrocedamos solo… 500 años…
Es difícil afirmar con rotundidad quién es el responsable de la invención del podómetro y los nombres se entremezclan… el genio Leonardo da Vinci (1452-1519), el médico francés Jean Fernel (1497-1558), el científico Robert Hooke (1635-1703), el maestro relojero Abraham-Louis Perrelet (1729-1826), e incluso, hay quien atribuye su invención al presidente de EE.UU. Thomas Jefferson (1743-1826). Cada uno de ellos, a partir de la idea básica de contar pasos, añadió mejoras perfeccionando la mecánica y la usabilidad. No obstante, el concepto moderno de podómetro mecánico debería ser atribuido a Abraham-Louis Perrelet quien en 1770 concibió el reloj automático. Éste comparte con el podómetro una similitud básica que es un mecanismo o masa que se mueve con el movimiento del brazo del individuo y que sirve, en el caso del reloj, para auto recargar su motor o resorte principal, mientras que en el podómetro -con cada movimiento del individuo- se acciona un sencillo contador de pasos.
El podómetro es un instrumento estimativo. Además de por razones de tipo constructivo, debemos tener en cuenta que en cualquier recorrido que hagamos la longitud de nuestros pasos varía y que suele identificar erróneamente algunos movimientos del cuerpo como un paso. Un ejemplo que evidencia esta baja exactitud es la diferencia de pasos contabilizados en un mismo recorrido medido por dos individuos con diferente estatura, peso y zancada. Por estos motivos apenas se conocen aplicaciones profesionales del podómetro, pero, en cambio, sería el futuro presidente Jefferson quién apreció su utilidad para el uso personal mientras residía en París y allí, tras pasar por una enfermedad, se aficionó a dar largos paseos para recuperarse y, de “paso”, registrar las distancias entre los lugares más emblemáticos.
Aquella aplicación de Jefferson es la que realmente posicionó al podómetro como un instrumento útil para llevar un control -aproximado- de nuestra actividad física y es la que se ha mantenido hasta hoy. Lógicamente, en este tiempo la tecnología se ha perfeccionado desde podómetros puramente mecánicos a otros electromecánicos para, a continuación, ser plenamente electrónicos.
En este “caminar” hay algunos hitos relevantes como el que se produjo en Japón a comienzos de la década de los 60. Allí, investigadores de la Universidad de Kyushu, eran conscientes de la relación entre el aumento de peso de la población nipona y la disminución de la actividad física. Para intentar revertir esta tendencia recomendaron que un individuo sano debía andar diariamente 10000 pasos, o su equivalente aproximado de 7Km, es decir, algo más de una hora. Según estas mismas estimaciones se calculaba que mediante esta actividad se consumían en torno a 500 calorías. Aquellas conclusiones, que eran meramente estimativas y tenía como objeto servir de referencia a los profesionales de la salud, fueron amplificadas por el marketing de la compañía Yamasa tras el furor desatado por los Juegos Olímpicos de Tokio, en 1964. De esta forma, al año siguiente y con un sencillo y barato podómetro mecánico llamado Mampo-Meter esta firma japonesa, también conocida como Yamax, entró a formar parte de la indumentaria de los primeros runners y aficionados a dar paseos.
En los sesenta la actividad de correr era todavía minoritaria entre el gran público y tenía un toque de excentricidad. Sería en la siguiente década y, especialmente, a partir de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, cuando el running cogió el impulso definitivo tras el inicio las principales carreras populares del mundo: en 1970 el maratón de Nueva York empezó a correrse con solo 127 inscritos; Boston permitió la participación de mujeres en 1972; el maratón de Berlín, 1974; Chicago, 1977; Londres, 1981.
Será en los 80 cuando este deporte y el cuidado físico entrarán a formar parte de la cultura popular. Aquel hecho, que coincide con la consolidación del reloj digital en el mercado, hace que aparezcan los primeros relojes -digitales- con podómetro incluido. No olvidemos que el podómetro mecánico solo permitía conocer el número de pasos y la distancia recorrida. Si además sabíamos el tiempo trascurrido durante el trayecto podíamos calcular nuestra velocidad media. Por último, si junto a estos valores añadíamos el dato de nuestro peso, podíamos conocer las calorías quemadas en el esfuerzo. Estos cálculos, a pesar de ser sencillos, eran tediosos y pocos deportistas tenían el hábito de llevar un control preciso. Por esta razón, tener un instrumento digital que hiciera todas estas operaciones -con un solo botón- se convierte en un capricho irresistible.
En 1982 Casio lanzó el J-30W. Este reloj digital incluyó la función de podómetro, pero, al carecer de un mecanismo sensible a los pasos, se limitaba a marcar el paso al deportista con un pitido. Es decir, el corredor tenía que adaptar su paso, zancada y velocidad a la cadencia que, previamente, se había configurado en el reloj. Todo un desafío para sus usuarios considerando que era necesario afinar el oído, mantener el ritmo y no dar un traspiés.
En aquellos años 80 también se aprecia como ciertas marcas de ropa y calzado deportivo empiezan a monopolizar las actividades deportivas a través de patrocinios, derechos de imagen y lanzamientos de productos futuristas, como las Adidas Micropacer en 1984 o las Puma RS Computer Shoe (1986). Ambas zapatillas incluían un podómetro basado en un sensor electromecánico y un circuito integrado diseñado a medida o ASIC. En el caso de las Adidas, además contaban con un pequeño display en su lengüeta a través del cual el deportista podía hacer la lectura directa de los valores anteriores: pasos, distancia, velocidad y calorías. En cambio, las Puma RS Computer debían ser conectadas a un ordenador Apple IIe o Commodore 64 para tener acceso a los datos registrados.
En esta primera parte he intentado condensar brevemente cual ha sido la evolución del podómetro y como éste llegó a formar parte de la indumentaria del corredor. Como veremos en próximos textos, la aparición de otros dispositivos como el pulsómetro y la lectura GPS enriquecerán nuestro conocimiento y serán elementos esenciales en la presente revolución de relojes inteligentes y pulseras de actividad. Continuará.
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https://www.alimente.elconfidencial.com/bienestar/2023-11-13/salud-ejercicio-actividad-fisica-pasos-escaleras_3767971/
Subir unos cuantos escalones es mejor que dar 10.000 pasosLos científicos han determinado que hay una forma más sencilla de mantener nuestro corazón sano, y no es contando los pasos diarios
Comment by agy — 13/11/2023 #
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2023-12-14/interoperabilidad-historia-clinica-sanidad-privada-bra_3791146/
El pasado mes de junio arrancaba el Proyecto de Interoperabilidad de la Historia Clínica en la Sanidad Privada.
Comment by agy — 19/12/2023 #
https://www.alimente.elconfidencial.com/bienestar/2024-05-19/reloj-inteligente-salvar-vida-salud_3885113/
Es capaz de captar nuestros signos vitales e, incluso, puede ayudarnos a salvar la vida. Interpretemos esta información con entusiasmo, pero también con cautela
Comment by agy — 19/05/2024 #