www.iua.upf.es/~sergi/ - sergi.jorda@iua.upf.es
Publicado en Resonancias con permiso del autor - (c) 1997-2003 Sergi
Jordà Puig
13.1. Introducción
De todas las aplicaciones y actividades relacionadas con
el MIDI, la secuenciación fue la primera en aparecer, y sigue siendo
hoy, la más popular. Esto hace que el secuenciador sea sin duda,
después de los propios instrumentos (o la tarjeta de sonido), la
pieza más importante de todo estudio MIDI.
Estén basados en hardware o en software (alternativa
más frecuente), sean más o menos sofisticados, todos los secuenciadores
comparten como mínimo las mismas funciones básicas: grabar, editar
y reproducir mensajes MIDI.
Al margen de estas prestaciones imprescindibles,
cada secuenciador ofrece un inmenso abanico de posibilidades adicionales
y particularidades, lo que hace que los precios de los secuenciadores
por software puedan oscilar, por ejemplo, entre el shareware
y las 100.000 ptas. En este capítulo estudiaremos los principios
fundamentales de la secuenciación, le ayudaremos a comprender y
a sacar el máximo partido de su secuenciador, y a elegir uno si
todavía no dispone de él.
13.2. Principios básicos
de la secuenciación
Aunque un secuenciador MIDI mantiene muchas analogías y conceptos
heredados de los equipos de grabación audio multipista, debemos
tener claro que éste no graba sonido, sino mensajes MIDI, como los
introducidos por un instrumentista desde el teclado de un sintetizador.
Podemos pensar en un secuenciador como una caja negra
que en modo grabación (record)
recibe mensajes MIDI y los va almacenando ordenadamente, colocándoles
sendas etiquetas con el instante preciso de recepción de cada uno
de estos mensajes. De esta forma, cuanto el secuenciador se coloca
en modo de reproducción (play),
su reloj interno va observando los mensajes almacenados, dejándolos
salir cada vez que su etiqueta coincida con la hora actual.
13.3 Resolución temporal
Si en el audio digital, para obtener una calidad profesional es
necesaria una frecuencia de muestreo de 44 KHz, esta resolución
no necesita ni mucho menos ser tan precisa en el terreno del MIDI.
¿Cada cuanto es necesario etiquetar los mensajes, para obtener una
digitalización precisa de la interpretación de un músico? No existe
una respuesta unívoca a esta pregunta, aunque sí podemos indicar
que en los secuenciadores iniciales (1983-1985), esta resolución
solía ser de 1/24 de negra1,
y que actualmente muchos secuenciadores ofrecen resoluciones de
varios centenares de unidades por negra2.
La mayoría de secuenciadores ofrecen la opción de
que nosotros mismos elijamos la resolución entre varios posibles
valores. En este sentido, aunque estos números no deben de preocuparnos
demasiado, cabe indicar que no conviene elegir una resolución superior
a la que nuestra música necesite, pues de lo contrario estaremos
forzando inútilmente nuestro ordenador. Así, por ejemplo, una música
con solos tipo Chick Corea en
la que los matices de interpretación temporal son importantes, necesitará
mayor resolución que un tema de bakalao.
En la mayoría de los casos, a no ser que seamos unos virtuosísimos
pianistas, una resolución de 120 será más que suficiente.
Aunque pueda parecer confuso el hecho de que el reloj
del secuenciador dependa del tempo de la pieza, esto facilita enormemente
el cambio de tempo, incluso en tiempo real, opción siempre disponible
en cualquier secuenciador.
13.4. Secuenciación por
software vs. secuenciación por hardware
Aunque el nacimiento del MIDI coincide prácticamente con la llegada
de los primeros ordenadores personales, para los que no tardaron
en aparecer interfaces MIDI y sencillos programas de secuenciación,
la escasa potencia y limitada seguridad de aquellas máquinas3,
favoreció inicialmente la proliferación de secuenciadores por hardware,
especialmente en aplicaciones más profesionales.
Si hace diez años, estas unidades dedicadas, ofrecían
mayor potencia y fiabilidad que cualquier ordenador, en la actualidad,
cuando dieciséis megabytes de RAM y un gigabyte de disco duro se
han convertido en características normales, es obvio que la importancia
de este tipo de equipos ha disminuido notablemente (aunque su menor
tamaño y su rapidez de manejo hace que todavía se utilicen a veces
para el directo).
Actualmente algunos sintetizadores (los denominados
workstations o estaciones de trabajo) incorporan asimismo
un pequeño secuenciador que les permite trabajar con autonomía,
sin la necesidad de un ordenador. Aunque estos secuenciadores pueden
ser cómodos en algunos casos (viajes, etc.), sus posibilidades son
realmente limitadas. Por ello, a partir de este punto, a no ser
que se indique explícitamente lo contrario, cuando se utilice el
término secuenciador nos estaremos
refiriendo a una aplicación software para un ordenador personal.
Las posibilidades que ofrecen los actuales programas
secuenciadores eran, desde luego, impensables hace diez años, y
crecen a la par que en tantos otros terrenos de la informática de
consumo, por lo que sería imposible tratarlas todas. Nos centraremos
por ello en los conceptos, aspectos y prestaciones más importantes,
que no pueden faltar en ningún paquete, sea cual sea su precio.
13.5. Pistas y canales
Todos los secuenciadores utilizan el concepto de pista, inspirado
en el de sus predecesores, las grabadoras multipista de audio. Sin
embargo, aunque cada pista vaya
normalmente asociada a un canal
MIDI, estos dos conceptos no se deben confundir.
Sabemos que el número de canales MIDI (y por consiguiente,
el de posibles instrumentos simultáneos) es de dieciséis; sin embargo,
la mayoría de secuenciadores nos ofrecen varias decenas o incluso
varios centenares de pistas. Mientras el de canal,
es un concepto físico que viene impuesto por la propia especificación
del MIDI, el de pista es un concepto lógico que cada programa puede
utilizar y redefinir a su gusto, pues hace
únicamente referencia al modo en que el programa almacena, muestra
y permite manipular la información.
Por regla general, y aunque éste no deba ser el principal
criterio de elección, podemos considerar que cuantas más pistas
nos ofrezca un secuenciador mejor, pues gozaremos de mayor flexibilidad
a la hora de componer y arreglar una pieza. En el apartado 13.11
indicaremos algunos trucos referentes al uso y distribución de pistas.
En las figuras 13.1 y 13.2, podemos comparar el aspecto
que ofrecen las ventanas principales de dos de los secuenciadores
más utilizados en Windows.
|
|
Figura 13.1.
Aspecto general del secuenciador Cakewalk Professional |
- A Nombres de las pistas.
- B Bancos e instrumentos o programas asignados
a cada pista.
- C Puerto asignado a cada pista.
- D Canal MIDI asignado a cada pista.
- E Volumen inicial aplicable a cada pista.
- F Indicadores de pista activada.
- G Visualización esquemática de los compases.
- H Indicador del tempo de la pieza.
- I Controles de grabación, reproducción,
avance y rebobinado.
- J Posiciones para punch-in
y punch-out.
- K Indicador de posición actual (compás:tiempo:pulsación).
|
|
Figura 13.2.
Aspecto general del secuenciador Orchestrator Plus |
En ambos casos, se observa que cada pista dispone
de ciertas propiedades (configurables por el usuario), como son
un nombre, un canal MIDI, un sonido (o programa), y que cada una
de ellas puede estar activada o desactivada para la reproducción,
lo cual es muy cómodo a la hora de escuchar aisladamente determinadas
partes de un tema. Los recuadros oscuros en la parte derecha indican
los compases que contienen información MIDI.
13.6.
Soporte multipuerto
En el terreno profesional, los dieciséis canales que ofrece el MIDI,
frecuentemente se quedan cortos ante arreglos y orquestaciones complejos
que requieren de más instrumentos simultáneos. Para solventar esta
limitación, algunos fabricantes de interfaces MIDI para Macintosh
empezaron a diseñar, a principios de los noventa, interfaces con
soporte multipuerto, que permitían multiplicar por dos, tres, cuatro
o incluso más, los dieciséis canales iniciales. Paralelamente, los
secuenciadores MIDI para Macintosh, comenzaron a contemplar esta
posibilidad, añadiendo a cada pista un parámetro adicional (el puerto)
al de canal ya existente.
Como es costumbre, los PCs y Windows, han democratizado
(no sin cierto retraso) la resolución del problema. Aunque este
tema se tratará con más detalle en el capítulo
15, "El MIDI en Windows 95", podemos adelantar que cada tarjeta
de sonido instalada bajo Windows, incorpora al sistema uno o varios
drivers MIDI. Cada uno de estos
drivers corresponde a un puerto
lógico y es capaz de direccionar por consiguiente dieciséis canales
MIDI independientes. Algunas de estas tarjetas, como la Sound Blaster
AWE32, instalan nada menos que tres drivers
MIDI, ¡por lo que una tarjeta de estas características permite referenciar
sin mayor esfuerzo cuarenta y ocho canales MIDI simultáneos!
Afortunadamente, todos los secuenciadores para Windows
soportan esta característica, y son capaces de dirigirse a cualquiera
de los drivers instalados en
el sistema. Para ello, cada pista incluye
junto a la especificación de canal, un parámetro adicional correspondiente
al puerto que al ser activado, muestra una lista con los
nombres de los dispositivos instalados, para que podamos seleccionar
uno. En el apartado 15.4
volveremos a tratar este tema.
13.7. Grabación e introducción
de la información
En un secuenciador MIDI, la información
suele grabarse en una sola pista a la vez, pudiendo estar
las restantes pistas ya grabadas, activadas para su reproducción
o no.
13.7.1. Ajuste del tempo
Antes de grabar la primera pista, conviene establecer el tempo de
la pieza; aunque más adelante podremos modificar este tempo tantas
veces como queramos, a la hora de tocar desde el teclado debemos
tener este tempo muy presente. Para ello, en posición de grabación,
todos los secuenciadores generan una claqueta audible, a modo de
metrónomo. En ocasiones, puede suceder que tengamos el tempo en
la cabeza, pero no sepamos con precisión a que valor numérico corresponde.
Para ello, la mayoría de secuenciadores disponen de una utilidad
que nos permite establecer este tempo interactivamente, pulsando
repetidas veces una tecla del ordenador o mediante varios clics
del ratón.
Hay que señalar que tampoco estamos obligados a que
el tempo seleccionado para la grabación deba coincidir con el tempo
final de la pieza. Esto significa que si un pasaje es especialmente
complicado, o si nuestra destreza pianística deja bastante que desear,
siempre podemos elegir un tempo inferior, y acelerar la pieza posteriormente.
Esta es una de las ventajas que ofrece el MIDI a los músicos inexpertos,
aunque como iremos viendo, ¡no es ni mucho menos la más importante!
Como se verá más adelante el tempo podrá también
variar a lo largo de una misma pieza, tanto de forma brusca como
progresiva.
13.7.2. Elección del instrumento
o programa MIDI
Una vez seleccionado este tempo, elegimos un instrumento o programa,
lo que nos determinará el tipo de sonido asociado a esta pista.
Si deseamos seleccionar un instrumento de entre las lista de General
MIDI, el valor en la columna correspondiente al banco debe estar
a cero. Para facilitar la elección del instrumento, los secuenciadores
suelen disponer en cada pista, de listas desplegables con los nombres
de los 128 programas que componen el General MIDI.
Conviene recordar que la calidad de estos sonidos
es totalmente independiente del software secuenciador, y depende
exclusivamente de la tarjeta de sonido o sintetizador que tengamos
conectado. Asimismo, la elección de este instrumento (flauta, violín,
etc.) no supone ningún compromiso para el resto del tema, pues este
parámetro es modificable en cualquier momento posterior; bastará
con desplegar de nuevo la lista y seleccionar un nuevo valor.
Debe tener siempre presente que aunque disponga de
un número ilimitado de pistas, el número de canales sigue siendo
dieciséis, por lo que la elección de un instrumento en una pista
dada, ¡afectará a todas las pistas con las que ésta comparta puerto
y canal! Eso significa que en tan solo una,
de entre todas las pistas asignadas a un mismo canal, es necesario
indicar el instrumento, o que, en el caso de que se desee indicar
en todas, este instrumento deberá coincidir en todas ellas.
Cambios de programa en bancos no General
MIDI
Si el instrumento deseado no fuera uno de la lista
General MIDI (porque disponemos por ejemplo de una tarjeta con ampliación
de RAM y queremos utilizar un instrumento incluido en un banco de
usuario) habrá que indicar también el número de banco en la columna
correspondiente. Por defecto este valor está a cero ya que es el
banco correspondiente al modo General MIDI. También deberemos indicar
un número de banco adicional (normalmente entre 1 y 8) cuando queramos
acceder a un instrumento o efecto de sonido General Standard, suponiendo
que la tarjeta o sintetizador sea compatible con este modo.
Consultando la lista de variaciones y efectos de
sonido GS en las tablas 7.2 y 7.3, podemos observar por ejemplo,
que para acceder al efecto de sonido GS "portazo" debemos seleccionar
el banco 3 y el programa 124.
Algunos secuenciadores permiten editar los nombres
de los instrumentos asociados a diferentes bancos, de forma que,
igual que ocurre con el modo General MIDI, podremos acceder a cada
instrumento por un nombre mnemotécnico. En cualquier caso, esto
es sólo una ayuda para el usuario, ya que, a fin de cuentas, el
ordenador seguirá manejando los programas mediante números de 0
a 127.
13.7.3. Orden de grabación
de pistas
La pista por la que comenzar a grabar depende del tipo de música,
y de las preferencias de cada uno. Así, en ciertas músicas eminentemente
rítmicas, es frecuente comenzar con una o varias pistas de batería,
mientras que en otra ocasión, un tema puede irse desarrollando alrededor
de una línea melódica inicial. Conviene recordar que de acuerdo
con el estándar General MIDI, la batería suena siempre por el canal
10, de modo que cuando queramos grabar una pista de percusión, la
pista seleccionada deberá asignarse forzosamente a este canal.
Para iniciar la grabación todos los secuenciadores
disponen siempre de una barra de herramientas que imita los botones
de una grabadora convencional, y que incluye como mínimo los botones
de grabación, reproducción, avance rápido y rebobinado.
13.7.4. Primeras correcciones
Supongamos que se ha grabado ya una pista. Es muy probable que el
resultado no sea todavía perfecto. Para corregirlo dispone de muchas
opciones. La más obvia consiste en realizar una nueva toma, y aquí
es donde un secuenciador con muchas pistas nos puede ser de gran
ayuda, ya que para esta nueva toma no es necesario borrar la anterior;
basta con seleccionar una nueva pista de grabación, desactivando
la reproducción de la anterior. Más adelante, cuando esté convencido
del resultado, podrá eliminar las pistas sobrantes o crear incluso
una pista definitiva a base de cortar y pegar diferentes fragmentos.
Es posible también que tan solo un pequeño fragmento
de lo que acaba de grabar esté francamente mal. En este caso, todos
los secuenciadores ofrecen las opciones de punch
in y punch out, que permiten
pinchar y sobregrabar automáticamente
sólo en algún fragmento incorrecto. Para ello, bastará con indicar
los compases que quiera corregir, e iniciar la reproducción en el
punto de la pieza que le sea más cómodo, teniendo en cuenta que
sólo se grabarán los mensajes recibidos durante los compases indicados.
Finalmente, para los que no se sientan demasiado
a gusto ante un teclado musical, o para aquellos fragmentos que
revistan una dificultad especial, siempre queda la opción de grabar
paso a paso, consistente en ir introduciendo las notas una a una,
desde el teclado musical, e ir avanzando con la ayuda del ratón
o del teclado del ordenador.
Las posibilidades no terminan aquí, ya que existen
muchas otras alternativas para introducir o corregir la información;
las iremos viendo en los apartados siguientes.
13.8. Sistemas de visualización
Los primeros secuenciadores ofrecían pocas alternativas a la hora
de visualizar la información MIDI contenida en sus pistas. Hoy en
día, ninguno desprecia las posibilidades gráficas de los sistemas
operativos actuales. Aunque cada secuenciador tiene sus pequeñas
peculiaridades, casi todos incorporan con ligeras variaciones tres
formas básicas para visualizar y modificar esta información: la
lista de eventos, la pianola
y la partitura convencional. Salvo excepciones, estas ventanas de
visualización sólo nos permitirán acceder a la información de una
pista a la vez.
13.8.1.
La lista de eventos
La figura 13.3 muestra una lista de eventos en Cakewalk.
La lista de eventos es la forma más parca, pero también la más precisa
de acceder a la información MIDI contenida en una pista. En ella,
se visualizan en modo texto y ordenados temporalmente, todos los
mensajes MIDI que la integran. Cada mensaje ocupa una línea en la
que se indica el tipo de mensaje (nota, programa, control, etc.),
el canal, sus correspondientes valores, y su etiqueta de tiempo,
que suele estar en el formato compás:tiempo:pulsación4.
|
|
Figura 13.3.
Lista de eventos en Cakewalk |
|
|
Figura 13.4.
Eventos correlativos |
Para ayudarle a comprender esta nomenclatura, en
la figura 13.4 se muestran algunos valores de tiempo correlativos,
para un compás de 4x4 (esto es, cuatro tiempos por compás) y una
resolución MIDI de 120 pulsaciones/negra. La información sobre las
alturas de las notas, aparece siempre en nomenclatura sajona, cuyas
equivalencias se incluyen en la siguiente tabla.
Do |
Re |
Mi |
Fa |
Sol |
La |
Si |
C |
D |
E |
F |
G |
A |
B |
La lista de eventos es la forma de visualización
que incorporaban los primeros secuenciadores por software, y suele
ser la única que muestra toda
la información MIDI almacenada, pues las formas restantes filtran
esta información en mayor o menor parte. En ella podemos observar
no sólo las notas, sino también todos los controles, cambios de
programa y otros mensajes contenidos en la pista seleccionada. Desde
esta ventana podemos modificar cualquier parámetro así como eliminar
o insertar nuevos eventos con una absoluta precisión.
Utilizar la lista de eventos para insertar muchos
eventos MIDI suele resultar engorroso; es sin embargo una ventana
ideal para insertar eventos esporádicos. Veamos algunas aplicaciones
:
Controles:
Aunque la mayoría de secuenciadores ofrecen alternativas a la hora
de introducir y editar eventos de control, la lista de eventos sigue
siendo la elección ideal cuando deseemos añadir un único control
en un lugar preciso, como modificar el volumen (Control 7) o la
reverberación de un canal (Control 91). Por último, insistiremos
nuevamente en algo que el usuario novel frecuentemente olvida: un
evento (control, cambio de programa, etc.), no solo afecta a la
pista en la que se halla, sino a todas las que utilizan el mismo
canal MIDI (y el mismo puerto, si es que hubiera varios), y este
principio básico se aplica siempre, independientemente de la forma
de visualización con la que estemos trabajando.
Cambios
de programa: Aunque al
iniciar una pista podemos indicar el programa (instrumento) inicial,
nada nos impide cambiar de instrumento a lo largo de su desarrollo.
Para ello, basta con insertar en el instante oportuno un evento
de cambio de programa con los valores deseados. En la figura 13.5,
se muestra un fragmento de la lista de la figura 13.3, después de
haber insertado un cambio de programa en el instante 4:0:0. De esta
forma, cuando la secuencia llegue a este punto, el instrumento del
canal 1 pasará a ser una flauta. Sabemos que los mensajes de cambio
de banco se realizan con el control 0. Por ello, cuando queramos
acceder a un programa guardado en otro banco que no sea el defecto,
deberemos insertar dos mensajes: Control 0 con el número de banco
y a continuación cambio de programa con el número del instrumento.
Este banco quedará asociado al canal, hasta que seleccionemos un
nuevo valor, por lo que si deseásemos seleccionar posteriormente
un sonido General MIDI, deberemos volver a insertar un mensaje de
Control 0, con el valor 0 (valor asociado al banco GM), antes del
nuevo cambio de programa.
|
|
Figura 13.5.
Inserción de un evento de cambio de programa |
Algunos secuenciadores como Cakewalk, simplifican
esta labor tratando el mensaje de cambio de programa con dos parámetros.
En este caso, el primer parámetro indica el banco, mientras que
el segundo corresponde efectivamente al número de programa. Consulte
el manual de su secuenciador, para obtener ayuda al respecto.
Una "nota" sobre las
notas: En todos los modos de visualización (y el estudiado
hasta el momento no es una excepción), las notas siempre poseen
una duración, cuando sabemos que el concepto de duración no es propio
del MIDI. Lo que ocurre, es que para facilitar la tarea del compositor,
los secuenciadores emparejan automáticamente los mensajes de Note
On con sus correspondientes mensajes de Note
Off (o de Note On con
velocidad cero), mostrando en pantalla la duración calculada.
13.8.2. La pianola
En la pianola (piano roll en
inglés), las notas son representadas gráficamente, tal como se aprecia
en la figura 13.6 como rectángulos de longitud variable, lo que
evoca los rollos utilizados antiguamente en las pianolas mecánicas.
En esta representación, el tiempo suele transcurrir horizontalmente
y de izquierda a derecha, mientras que la posición vertical del
rectángulo viene determinada por la altura MIDI de la nota. La pianola
incorpora siempre iconos de zoom, que permiten modificar la resolución
horizontal (tiempo) y vertical (alturas), para una visión más o
menos precisa.
|
|
Figura 13.6.
La ventana de pianola |
- A Herramientas de edición
- B Indicador de alturas
- C Notas
- D Velocidades asociadas a cada nota
- E Zoom
Esta representación es muy intuitiva -especialmente
para aquellos que no dominan la escritura musical tradicional- y
permite fáciles modificaciones : es posible arrastrar horizontalmente
las notas, (con lo que modificamos su instante de ataque), alargarlas
o acortarlas (para modificar por consiguiente su duración), o desplazarlas
verticalmente (y alterar su altura). También es posible eliminar
o añadir nuevas notas, con lo cual esta forma de visualización se
convierte en una alternativa de grabación, a veces más eficaz que
la secuenciación paso a paso.
Como contrapartida, en este modo, la mayoría de secuenciadores
tan sólo permiten visualizar notas, filtrando los otros eventos
tales como mensajes de control o de cambio de programa.
|
|
Figura 13.7.
El canal de percusión en la ventana de pianola |
El canal 10, que de acuerdo con el General
MIDI queda reservado para la percusión suele tener un aspecto
ligeramente diferente, tal como se observa en la figura 13.7. Dado
que la duración de las notas de percusión no es relevante, en lugar
de rectángulos de longitudes variables se visualizan pequeños rombos
o cuadrados de tamaño fijo. En el lado izquierdo aparecen además
los nombres de los sonidos de percusión General
MIDI, correspondientes a cada altura.
13.8.3. La partitura
Como es de suponer y, tal como se observa en la figura 13.8, en
este modo, la información de una pista se visualiza en notación
musical tradicional. La mayoría de lo indicado en el apartado anterior
para la pianola, sigue siendo
válido; desde la partitura es posible aplicar diferentes modificaciones
a las notas y, aunque normalmente la ventana de pianola
ofrece mayor flexibilidad, ésta será posiblemente una de las ventanas
favoritas de los músicos con una formación tradicional. Esta forma
de visualización comporta normalmente numerosas opciones adicionales
que no están presentes en las otras alternativas, ya que hacen referencia
a las diferentes formas en que el programa puede presentar al usuario
la partitura en pantalla (sin que ello conlleve la modificación
de los datos MIDI representados).
|
|
Figura 13.8.
La ventana de partitura |
Aún para el usuario que no domine la escritura musical,
este modo le puede ser de utilidad a la hora de imprimir partituras
de los temas compuestos. Aunque existen -como se verá en el próximo
capítulo "Otros tipos de software MIDI"- programas especialmente
diseñados para la edición de partituras, en la mayoría de casos
sencillos, la impresión obtenida directamente a partir del secuenciador
puede resultar suficiente. Algunos secuenciadores sencillos no soportan
sin embargo esta opción de impresión de partituras.
13.8.4. Otras formas de
visualización
Algunos secuenciadores ofrecen alternativas adicionales para visualizar
y modificar la información. Una forma muy cómoda incluida en el
secuenciador Cakewalk es la visualización
de controles, que aparece en la figura 13.9, y que permite definir,
con la ayuda del ratón, la evolución temporal de cualquier control.
Esto es por ejemplo de gran utilidad para establecer fundidos (variación
progresiva del volumen).
|
|
Figura 13.9.
Ventana de edición de controles |
En la misma línea, muchos programas permiten dibujar
mapas de tempo, permitiendo que el tempo varíe de forma progresiva
en diferentes fragmentos de la pieza.
Muchos secuenciadores incorporan también una ventana
mezclador como el que aparece
en la figura 13.10 que emula a una mesa de mezclas de 16 canales
(uno para cada canal MIDI), y desde la cual es posible introducir
cambios de volumen (control 7) y de posición panorámica (control
10) en tiempo real.
|
|
Figura 13.10.
Ventana mezclador |
13.9. Funciones básicas
de edición
Todos sabemos lo complicado que puede resultar a veces programar
un vídeo o una impresora, debido principalmente a los pocos botones
de que disponen y al reducido tamaño de sus interfaces gráficos.
En los secuenciadores por hardware, las posibilidades de edición
se encontraban muy limitadas por estas mismas razones; limitaciones
que desaparecen lógicamente ante un programa bien diseñado y con
un buen interfaz gráfico.
Para aplicar cualquier proceso de modificación, primero
es necesario seleccionar un fragmento de la pieza. En un secuenciador,
esto se puede conseguir desde diferentes lugares del programa. Desde
la ventana principal, es posible seleccionar determinado número
de compases, o una o varias pistas enteras. Si se precisa mayor
precisión temporal (por ejemplo solo los
dos últimos tiempos de un compás dado) normalmente se deberá
llevar a cabo la selección desde una de las tres ventanas de visualización
tratadas en el apartado anterior. Muchos secuenciadores disponen
también de filtros que permiten seleccionar solo determinado tipo
de eventos dentro del fragmento seleccionado (sólo las notas, o
solo los controles de volumen, o las notas por encima de determinado
valor, etc.). Realizada la selección se podrá proceder a aplicar
el tratamiento deseado. Veamos algunos de los más frecuentes:
- Copiar, cortar y pegar:
los secuenciadores MIDI no podían ser menos que cualquier
otro tipo de aplicación software. El pegar
requiere sin embargo de algunas aclaraciones adicionales. Tras
seleccionar y copiar (o cortar)
un fragmento, colocar el cursor en el lugar de destino y activar
pegar, la mayoría de los secuenciadores
nos plantean varias disyuntivas : ¿sobreescribir,
mezclar o insertar? En efecto, si bien superponer capas
de texto no tiene ningún sentido, la información MIDI que deseemos
añadir puede convivir perfectamente con la que se encuentra ya
en la posición destino. Esta sería la alternativa
mezclar. Insertar es
lo que hace un procesador de texto cuando pegamos sin tener seleccionado
ningún fragmento en destino; en este caso, todos los eventos situados
a la derecha se desplazan para ceder espacio para la inserción.
Sobreescribir es lo que hace
el mismo procesador de texto, cuando en destino sí se ha seleccionado
un fragmento. Hay que tener en cuenta que tanto el desplazamiento
como la sobreescritura afectan únicamente a la pista en la que
se está trabajando.
- Desplazar,
permite adelantar o atrasar en el tiempo el fragmento seleccionado.
- Modificar duración,
permite comprimir o expandir temporalmente el fragmento. Dado
que se maneja únicamente información MIDI, a diferencia de lo
que sucede con el audio digital, esta modificación no conlleva
ninguna variación de altura.
- Transportar,
desplaza todas las notas del fragmento en el número indicado de
semitonos.
- Cambiar velocidad,
se puede utilizar normalmente tanto para asignar velocidades constantes,
como para modificar proporcionalmente las velocidades del fragmento.
- Cuantizar,
permite corregir de diferentes formas el inicio y la duración
de las notas del fragmento. Por su particular importancia y su
versatilidad, le dedicamos un apartado completo.
13.10. Cuantización
Errar es humano, e incluso el instrumentista
más diestro, al interpretar una pieza desplaza ligeramente las notas
de su teórica posición perfecta. En muchos casos, estas pequeñas
desviaciones no sólo no molestan, sino que enriquecen la música,
humanizándola. En otros casos, sin embargo, ya sea porque el error
es demasiado notorio, o porque el tipo de música aconseja un tiempo
rígido y exacto, es recomendable cuantizar.
|
|
|
|
Figura 13.11a
y 11b. Colocación de varias notas en la pianola, antes y después
de cuantizar a negras el fragmento |
Cuantizar
supone, tal como se aprecia en la figura 13.11, desplazar las posiciones
iniciales y finales de cada nota para que coincidan con una rejilla
temporal preestablecida. En este caso se ha optado por cuantizar
a negras.
Los secuenciadores ofrecen sin embargo varias
opciones a la hora de aplicar este comando. En la figura 13.12,
se muestra la caja de dialogo con las opciones de cuantización del
programa Cakewalk.
|
|
Figura 13.12.
Opciones de cuantización en el programa Cakewalk |
- El valor de
cuantización (A) determina el tamaño de la retícula, y
suele indicarse con valores musicales (blanca, negra, corchea,
semicorchea, tresillo de corchea, etc.).
- Cuantizar ataque
y/o duración (B y C) nos permite modificar solo la posición
inicial de la nota o también su posición final.
- El porcentaje
de cuantización (D) produce, para valores inferiores a
100, cuantizaciones no perfectas, que aunque mejoran el material
original, no lo deshumanizan
totalmente.
Algunos secuenciadores ofrecen opciones adicionales
más avanzadas como pueden ser cuantizar
con swing (E), cuantizar con
retículas irregulares que el usuario puede definir o cargar
a partir de ficheros5
(Groove Quantize), márgenes máximos
y mínimos fuera de los cuales la nota no es corregida, etc.
En cualquier caso, la cuantización es una herramienta
muy potente, con la que conviene experimentar y probar diferentes
ajustes.
13.11. El Standard MIDI File
Llegada la hora de salvar el trabajo realizado,
todos los secuenciadores disponen de dos formatos alternativos :
el nativo de la aplicación y el Standard
MIDI File6
. Utilice el formato nativo mientras trabaje únicamente con su secuenciador.
Sálvelo en el formato estándar cuando desee llevarlo a otra aplicación
MIDI, reproducirlo desde el reproductor multimedia de Windows, entregárselo
a otra persona o bien distribuirlo.
Cuando en 1983 se creó la especificación MIDI no
se definió ningún formato de fichero de intercambio, por lo que
cada secuenciador optó por definir el suyo propio. Por este motivo,
durante los primeros años era prácticamente imposible pasar la información
generada en un secuenciador a otro programa aunque compartieran
la misma plataforma. La única alternativa consistía en conectar
dos ordenadores vía MIDI, colocando el primero en posición de reproducción
y el segundo en posición de grabación7.
Dado que ningún programa, por completo que
éste sea, es capaz de incluir todas las prestaciones posibles, en
1988 se decidió crear un formato de intercambio. Así surge el Standard
MIDI File o fichero MIDI estándar. Hoy en día todos los secuenciadores
lo soportan, aunque dadas las peculiaridades de cada paquete, casi
todos optan por seguir utilizando también un formato nativo, que
se adapte mejor a su personalidad.
El formato estándar incorpora también en el
fichero información no intrínsecamente MIDI, como pueda ser los
nombres de las pistas, el tempo variable, etc., pero aún así, es
posible que cierta información contenida en el formato nativo desaparezca
en el proceso de conversión. Por ello, no es aconsejable utilizarlo
hasta que una pieza esté totalmente terminada.
El Standard MIDI
File facilita el intercambio de ficheros MIDI entre usuarios,
e Internet cuenta con miles de estos ficheros, de todos los tipos
y para todos los gustos. Composiciones originales, versiones de
temas famosos (pop, rock, jazz, clásicos, etc.) están esperando
a que los encontremos con la ayuda de un buen buscador. ¡Tenga
en cuenta que comenzar con un nuevo "remix" de nuestra pieza favorita,
puede ser una de las formas menos traumáticas de iniciarse en el
mundo del MIDI!
13.12. Algunos trucos de secuenciación
El lector habrá sin duda comenzado a intuir
que los secuenciadores son programas completísimos que no se pueden
sintetizar en pocas páginas, máxime teniendo en cuenta que nos estamos
refiriendo aquí a un secuenciador ideal que engloba características
de los principales modelos del mercado. En lugar de saturarle con
más opciones y posibilidades, en este apartado aconsejamos algunos
trucos y consejos que puede aplicar con lo que ya conoce.
- Guarde las tomas alternativas. Aunque una
toma no sea perfecta y se disponga a regrabarla, siempre es aconsejable
guardar la anterior y desactivarla. Más adelante, la pista definitiva
tal vez se componga de fragmentos de las diferentes tomas.
- Duplique las pistas que va a modificar.
Si se dispone a efectuar exhaustivos procesos de edición, es conveniente
guardar la pista original, y no borrarla hasta que esté convencido
del resultado obtenido.
- Experimente con diferentes cuantizaciones.
En ocasiones, diferentes cuantizaciones aportan caracteres insospechados
a un fragmento. En pistas de percusión, la superposición de una
misma pista cuantizada a diferentes valores (por ejemplo, con
y sin tresillos) produce a veces resultados sorprendentes.
- Divida la batería en varias pistas. Si secuencia
la batería en varias fases (primero el bombo, después la caja,
etc.) el mantener estas pistas separadas facilita la edición y
los retoques (cuantizar sólo el bombo, etc.)
- Cuidado con la polifonía. Tanto las tarjetas
de sonido como los sintetizadores, disponen de un número limitado
de notas simultáneas, que es fácil superar si nos despistamos.
Dado que la mayoría de estos aparatos, en caso de saturación,
dan prioridad a la batería y después a los canales más bajos (1,2,3…),
es aconsejable asignar estos canales a los instrumentos más importantes
(la melodía, la línea de bajo, etc.) de modo que, si alguna nota
no se pudiera reproducir, no sea una de las fundamentales.
- Utilice bucles. Si un fragmento de pocos
compases se repite muchas veces, no es necesario que copie y pegue
la información. La mayoría de secuenciadores permiten aplicar
bucles o loops a algunas de
las pistas, ahorrando así tiempo y memoria.
- Utilice controles. Los controles MIDI (volumen,
panorámica, reverberación, etc.), enriquecen cualquier secuencia
y le añaden expresividad. Aproveche las opciones de edición de
controles de su secuenciador.
- Guarde estos controles en pistas independientes.
No es necesario que los controles compartan pista con las notas
a las que se aplican (basta con que ambas pistas compartan el
canal), y el tenerlos separados agiliza la modificación de cualquier
pieza. Recuerde además que si varias
pistas que contienen controles, son asignadas a un único canal
es fácil que se produzcan mensajes contradictorios.
- Estudie, copie, manipule, "triture" ficheros
estándar que le parezcan interesantes8.
Aprenderá sin darse cuenta, música y MIDI a la vez.
- Utilice la imaginación. El conocimiento
del código MIDI y de las posibilidades de su secuenciador ayudan
a disparar la imaginación y la creatividad. Por ejemplo, si duplica
una pista, la retarda ligeramente (unas décimas de segundos) y
disminuye su velocidad, al combinarla con la original puede obtener
interesantes efectos de eco. Experimente.
Esperamos que este capítulo le haya ayudado
a comprender el funcionamiento de estos programas y a desvanecer
el aura misteriosa que los rodea así como el temor que suelen infundir
a los principiantes. Antes de terminar le daremos algunos consejos
a tener en cuenta a la hora de adquirir un programa secuenciador.
13.13. Como elegir un secuenciador
Actualmente existe en el mercado un amplio número
de secuenciadores para Windows (aunque no todos cuenten con actualizaciones
de 32 bits para Windows 95), de precios y prestaciones variados.
Si usted dispone ya de una tarjeta de sonido de gama media o alta,
es posible que en el software que la acompañaba se incluyera también
un secuenciador. En este caso, aunque obviamente no será uno de
los programas más sofisticados, será sin duda suficiente para comenzar.
Más adelante podrá calibrar con mayor conocimiento de causa la conveniencia
de adquirir otro programa más potente.
Tres programas nada despreciables que acostumbran
a venir con algunas tarjetas de sonido son MIDI
Orchestrator Plus de Voyetra,
Cakewalk Express de Cakewalk
y Cubasis de Steinberg. Los tres
constituyen opciones muy dignas que incluyen además la posibilidad
de actualización a sus respectivos hermanos mayores por un precio
razonable.
Si no dispone todavía de ningún secuenciador,
existen algunos más que entrarían en este mismo sector, como Master
Tracks Pro de Passport, Micro
Logic de Emagic o el nuevo Procyon
Pro de Goldstar (junto con MIDI
Orchestrator Pro, el más económico del grupo). Estos seis
secuenciadores pueden de hecho satisfacer sobradamente las necesidades
de cualquier músico informático aficionado, y aunque cada uno tiene
sus peculiaridades, sus diferencias no son demasiado importantes.
Los productos de Voyetra y de Steinberg son tal vez los más sencillos,
mientras que el de Emagic es el que dispone de un edición de partituras
más completa, que lo acerca a los editores de partituras tratados
en el próximo capítulo.
Sus precios oscilan aproximadamente entre las
15.000 y las 25.000 ptas., lo cual sin ser demasiado, no deja de
plantearnos una duda : existen tarjetas de sonido de gama media-alta
que incluyen alguno de estos paquetes por precios no superiores
a las 30.000 ó 35.000 ptas. Una alternativa a tener muy en cuenta
en este caso, es la adquisición de un secuenciador como Winjammer,
que dispone de una versión shareware,
fácilmente localizable en Internet, y que se puede registrar por
unos 50 $ USA.
En los secuenciadores de gama más alta, los
precios iniciales se sitúan alrededor de las 40.000 ptas. A diferencia
de los programas citados previamente, todas las nuevas versiones
están actualizadas a Windows 95, y, lo que es más importante, todos
ellos permiten, desde principios de 1996, la integración de MIDI
y audio digital, lo que abre nuevas y excitantes posibilidades.
Por este motivo hablaremos de ellos en el apartado
18.6.4, del capítulo dedicado a la "Integración del MIDI y el
audio digital".
Dado que ya están comenzando a aparecer programas
que integran estas posibilidades a precios bastante asequibles,
le aconsejamos de hecho que espere a leer ese capítulo, antes de
tomar ninguna decisión.
[1] En una pieza musical grabada
a un tempo de 60 (i.e. 60 negras por minuto), una resolución de
1/24 de negra corresponde a 1/24 de segundo (24 Hz), mientras que
un tempo doble (120) requiere una resolución de 1/48 de segundo
(48 Hz).
[2] En la mayoría de los secuenciadores son frecuentes
resoluciones máximas de 480 pulsaciones por negra. En este caso,
considerando también un tempo extremo de 240 b.p.m, es decir 240
negras por minuto, o lo que es lo mismo, 4 negras por segundo, la
frecuencia de muestreo valdrá 1920 Hz (4 x 480).
[3] Estamos hablando de ordenadores con 16, 48 o,
a lo sumo, 64 Kb de memoria, inicialmente incluso sin disquetera
(los datos se almacenaban en cassettes convencionales), como el
VIC 20, los Spectrum o el Commodore 64.
[4] donde tiempo oscila normalmente entre 1 y 4 (si
el compás fuese de 4x4) y pulsación entre 0 y resolución-1.
[5] En este sentido, se comercializan ficheros especiales
(suelen tener la extensión .dna) que contienen retículas de cuantización
predefinidas para diversos estilos musicales y que han sido programadas
por músicos de estudio.
[6] En Windows, los ficheros en formato Standard
MIDI File utilizan la extensión .mid u ocasionalmente .smf. Existen
en realidad, tres variantes de fichero standard, denominadas formato
0, formato 1 y formato 2. El formato 0, guarda toda la información
en una única pista multicanal, mientras que el formato 1, que soporta
la estructura multipistas, es el más extendido y el que todos los
programas utilizan por defecto. El formato 2, más sofisticado, no
es utilizado de momento por casi ningún programa.
[7] En este caso, el programa grabador se coloca
en posición de esclavo. Consultar el capítulo referente a sincronía
MIDI, para más detalles.
[8] Estos consejos tan sólo son válidos si su trabajo
no ha de ser publicado. En caso contrario, tendrá que ir con cuidado
con los copyrights.
[...] Índice
[<<] Capítulo
anterior [>>] Capítulo
siguiente [+] Anexos |