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Publicado en Resonancias con permiso del autor - (c) 1997-2003 Sergi
Jordà Puig
14.1. Introducción
Aunque el secuenciador sea la piedra angular de todo sistema
MIDI, la potencia y versatilidad de los ordenadores ha promovido
muchos otros tipos de aplicaciones. En este capítulo describiremos
algunas de ellas, relacionadas todas con el MIDI.
14.2. Programas de aprendizaje
y educación musical
La enseñanza asistida por ordenador ofrece inmensas posibilidades,
y sin duda el terreno musical es uno de sus campos más notorios.
Existen muchos programas que aprovechan el MIDI para enseñar conceptos
musicales, desde los niveles más básicos a los más avanzados. En
el nivel más básico, un programa de educación del oído nos puede
enseñar a reconocer intervalos musicales, acordes, o escalas (el
ordenador emite una serie de notas correlativas o simultáneas y
el alumno debe indicar el intervalo o el acorde emitido). Muchos
de estos programas permiten guardar bases de datos con los perfiles
y los avances de los usuarios, para poder ir aumentando la dificultad
de forma paulatina y adaptarse al ritmo de aprendizaje de cada uno.
Aunque la mayoría pueden funcionar sin teclado MIDI,
el disponer de uno, aumenta el número de posibilidades, con, por
ejemplo, ejercicios de ritmo, de lectura o de reconocimiento y reproducción
de frases musicales.
Otros programas están más orientados al aprendizaje
del instrumento, con ejercicios progresivos sobre el teclado. En
el nivel inicial, es por ejemplo frecuente que la partitura que
aparezca en pantalla se acompañe con la imagen de un teclado al
que se le van encendiendo las notas que se deben pulsar, pero no
existe límite teórico a la posible complejidad de estos ejercicios.
Tras nuestra interpretación, estos programas indican los errores
e imprecisiones cometidos, incitándonos a repetir determinadas partes
o ejercicios. La figura 14.1 muestra un aspecto del programa The
Miracle Teacher.
Si desea mejorar sus aptitudes musicales, este tipo
de aplicaciones le serán sin duda de gran ayuda, y dado que existen
muchas versiones shareware no
se verá obligado a realizar un gran desembolso.
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Figura 14.1.
The Miracle Teacher |
14.3. Edición de partituras
Aunque la mayoría de secuenciadores actuales permiten mostrar la
información MIDI en forma de notación tradicional, hace unos años
esto no era tan frecuente, por lo que había que utilizar programas
especializados. Aún hoy, cuando se necesita producir partituras
con calidad profesional para su posterior impresión, es imprescindible
recurrir a ellos. Los primeros intentos por escribir partituras
con la ayuda del ordenador son bastante anteriores al MIDI, y las
primeras utilizaciones para la producción de partituras comerciales
datan de finales de los setenta.
Hoy en día, todos estos programas aceptan ficheros
MIDI estándar, pero también permiten trabajar directamente sobre
la partitura con la ayuda del ratón, como si de un programa de diseño
se tratara. En cierta forma, los programas de edición de partituras
son al secuenciador, lo que los programas de autoedición son al
procesador de textos (los programas de autoedición pueden partir
de un texto inicial, para enriquecerlo y disponerlo sobre la página
de muy variadas formas). Y al igual que ocurre en el campo del texto
y la imagen, cada editor de partituras presenta un enfoque un tanto
particular.
Algunos se alejan mucho del secuenciador, y no son
ni siquiera capaces de reproducir la partitura vía MIDI, mientras
que otros incluyen realmente los dos enfoques en un único programa.
No podemos considerar que unos sean mejores que los otros; cubren
simplemente necesidades diferentes.
En cualquier caso, la conversión de MIDI a partitura
presenta muchas dificultades, especialmente si el fichero MIDI no
está convenientemente cuantizado. Y aun así, no espere que el tema
que acaba de secuenciar, ofrezca automáticamente un aspecto óptimo
sobre el papel: si desea una calidad profesional serán necesarios
muchos retoques. Otro problema con que se enfrentan este tipo de
programas es la variedad de símbolos, notaciones y matices interpretativos
o expresivos que se utilizan en la escritura musical, la mayoría
de los cuales no tienen una clara contrapartida MIDI. Estas carencias
se acrecientan en el caso de la música clásica contemporánea, que
utiliza un conjunto de símbolos muy superior, a veces incluso, propios
de cada compositor.
El programa idóneo a utilizar dependerá de las necesidades
de cada uno. Si desea hacer una transcripción sencilla de una pieza,
secuenciada o no, en un estilo próximo al pop o al jazz, los programas
más sencillos serán suficientes; incluso bastará en muchos casos,
los pequeños editores que hoy incorporan la mayoría de los secuenciadores.
Si por el contrario, se trata de una composición orquestal o de
cámara, necesitará alguno de los programas más sofisticados. Dada
la complejidad de estos programas, no es frecuente encontrar aplicaciones
shareware; más bien acostumbran
a ser bastante caros. En la figura 14.2 se muestra el aspecto de
dos de los editores de partituras más completos, Encore de Passport
Designs y Finale de Coda.
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Figura 14.2.
Encore y Finale, dos editores de partituras |
14.4.
Librerías de sonido y editores de sintetizadores
Aunque todos los sintetizadores actuales disponen de un amplio banco
de sonidos preprogramados, muchos permiten también modificar algunos
de los parámetros de estos sonidos (envolvente, modulación, etc.)
y almacenar en su memoria estos nuevos programas modificados por
el usuario.
Si no se dispone de ordenador, la edición de nuevos
sonidos (programas) debe forzosamente llevarse a cabo desde los
escasos botones del sintetizador, en una ventana de edición alfanumérica
frecuentemente tan pequeña como la de una calculadora.
Para simplificar esta tediosa labor existen programas
especialmente diseñados para modelos específicos de sintetizadores,
que permiten realizar la edición desde el propio ordenador, enviando
al sintetizador mensajes de sistema exclusivo, con todas las ventajas
y comodidades que comportan los interfaces gráficos. Si dispone
de un sintetizador pero no de su correspondiente editor por software,
Internet suele ser un buen coto de caza, ya que muchos de estos
editores han sido realizados por programadores particulares para
satisfacer sus necesidades personales.
Otras aplicaciones relacionadas con los sintetizadores
son las que permiten almacenar y gestionar en el ordenador estos
nuevos bancos de sonidos, ya que bastantes sintetizadores no disponen
de disquetera, ni permiten salvar estos nuevos programas de forma
permanente en su memoria y los que lo permiten disponen de un número
limitado de memorias libres. Mediante este tipo de software de gestión
de librerías, se consigue, también por mensajes de sistema exclusivo,
intercambiar bancos enteros de sonidos entre el ordenador y el sintetizador,
a través de los cables MIDI. Muchos de estos programas son configurables
para varios modelos de sintetizadores. Como en el caso anterior,
Internet ha fomentado el intercambio de bancos de sonido, entre
usuarios de un mismo modelo de sintetizador.
Dentro de este apartado podríamos incluir también
los programas de edición de audio que ofrecen soluciones para los
usuarios de samplers externos. Aunque ya estudiamos este tipo de
software en la primera parte del libro, programas como Sound
Forge, ofrecen la posibilidad añadida de importar y exportar
sonidos con un sampler externo,
a través de un cable MIDI o de una conexión SCSI. Esto permite editar
los sonidos con comodidad, superando las limitaciones impuestas
por las pequeñas pantallas gráficas y los escasos botones que suelen
incorporar los samplers.
Hemos tratado en este apartado, programas que flexibilizan
y agilizan el uso de dispositivos MIDI externos. En el caso de las
tarjetas de sonido, que ofrecen de antemano una absoluta integración
con el ordenador, es muy probable que el paquete de software incluido
con la tarjeta ya incorpore un programa para modificar y almacenar
sus sonidos. A continuación describimos de forma genérica, el uso
de los programas para edición de sampler
que acompañan las tarjetas con ampliación de RAM.
14.5.
Editores de bancos de sonidos
En el apartado 12.4,"Los
bancos de sonidos", comentábamos la necesidad de agrupar y organizar
en ficheros los sonidos adicionales de las tarjetas con ampliación
de RAM. Cada tarjeta de estas características dispone de un formato
de ficheros diferente y de un programa dedicado que los gestiona.
Aunque cada uno de estos programas editores guarda sus peculiaridades,
los conceptos básicos y las directrices no difieren demasiado de
uno a otro. Si dispone ya de una tarjeta con ampliación de RAM,
el programa necesario y su correspondiente manual le habrán venido
incluidos con la tarjeta. En caso negativo, estas líneas le ayudarán
a comprender mejor el funcionamiento y las peculiaridades de estas
tarjetas sampler.
14.5.1. Descripción de
algunos formatos
Los tres formatos más extendidos son los utilizados respectivamente
por toda la familia AWE, las Gravis Ultrasound, y las Turtle Beach,
tal como se indica en la tabla 14.1.
Tipo de tarjeta |
formato |
extensión |
editor |
AWE32 y AWE64 |
SoundFont 1.0 |
.sbk |
Vienna 1.0 |
AWE32 y AWE64 |
SoundFont 2.0 |
.sf2 |
Vienna 2.0 |
Gravis Ultrasound |
Gus bank file |
.fff y .dat |
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Turtle Beach |
WaveFront |
.wfb y .wfp |
WavePatch |
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Tabla 14.1.
Principales formatos de bancos de sonidos para tarjetas de
sonido |
En el caso de la AWE, la utilización
de uno u otro formato, depende exclusivamente de la versión del
driver de que dispongamos. El
SoundFont 2.0 se hizo público a principios de 1996 e intenta convertirse
en el formato universal para tarjetas con memoria RAM. Si ya dispone
de una AWE es aconsejable que actualice sus drivers,
ya que este nuevo formato ofrece substanciales mejoras. Estos drivers
y los programas editores son fácilmente obtenibles en Internet.
14.5.2. Funcionamiento
de un editor de bancos
Independientemente del formato involucrado,
los pasos a seguir para crear un nuevo banco de sonidos, pueden
simplificarse en las siguientes líneas:
- Seleccionar los ficheros
de sonido de tipo .wav que integrarán el banco. Estos sonidos
pueden ser de orígenes diversos: digitalizados o sintetizados
y, en cualquier caso, modificados con un programa de edición de
audio como Cool Edit o GoldWave
(véase el capítulo 5,"Edición
de sonido por ordenador"). Recuerde que no deberá crear bancos
de tamaño superior a la memoria RAM incorporada a su tarjeta.
- Asignar estos sonidos
a los instrumentos del banco. Normalmente, los bancos pueden incluir
hasta 127 instrumentos o programas MIDI (posteriormente accesibles
mediante mensajes de cambio de programa). Tal como se explica
en el apartado
9.6.3, en el que se describe someramente la creación de instrumentos
en un sampler, cada uno de
estos instrumentos podrá a su vez incluir varios sonidos diferentes,
ya sea en capas superpuestas o bien distribuidos entre diferentes
notas o tesituras.
- Aplicar un loop
a cada sonido (esto es opcional, pues muchos sonidos no tienen
por que tener loop).
- Aplicar y configurar
para cada sonido los diferentes parámetros disponibles, de acuerdo
con el chip sintetizador de la tarjeta. Estos parámetros pueden
variar ligeramente de un modelo a otro pero, a grosso modo, suelen
incluir:
- una o más envolventes
para controlar la evolución de la amplitud (y en algunos casos
de la altura).
- una o más LFOs para
crear efectos de trémolo, vibrato o wah-wah.
- filtros para modificar
dinámicamente el timbre de los sonidos. En la figura 14.3 se
muestran las ventanas correspondientes a la creación de instrumentos,
envolventes y loops en el programa Vienna
que acompaña a la tarjeta AEW32, y en la figura 14.4 la de edición
de parámetros en el mismo programa.
- Salvar el banco creado.
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Figura 14.3.
Creación de instrumentos y definición de envolvente y loop
en Vienna 1.0 |
- A Sonidos utilizados
- B Tesitura de cada sonido
- C Envolvente
- D Loop
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Figura 14.4.
Edición de parámetros en Vienna 1.0 |
14.5.3. Obtención y modificación
de bancos adicionales
Hemos indicado los pasos necesarios para la creación de un banco
de sonidos nuevo, pero también es posible utilizar y modificar bancos
ya existentes. En algunos casos, estos bancos adicionales pueden
venir con el software que acompaña a la tarjeta. Algunos fabricantes
venden también CD-ROMs con ficheros adicionales, normalmente de
gran calidad. Este es el caso de E-mu (que dispone de un amplio
catálogo de sonidos para la AWE) o de Turtle Beach. Una tercera
fuente de material puede ser Internet. La mayoría de tarjetas disponen
de páginas web oficiales y otras creadas por grupos de usuarios.
En este último caso los bancos de sonido que pueda conseguir no
serán siempre correctos, pero sí gratuitos, y entre muchos de dudosa
calidad podrá encontrar pequeñas joyas sonoras.
Los programas editores suelen permitir la importación
de instrumentos, por lo que podrá también crear sus propios bancos
recombinando o reduciendo otros ya existentes. Esto es especialmente
útil para adaptar ficheros excesivamente grandes al tamaño máximo
tolerado por nuestra tarjeta.
Existen, por último, programas especializados que
permiten la conversión entre bancos de sonidos de formatos diferentes.
Aunque estos programas no pueden reconvertir todos los parámetros,
ya que muchos son exclusivos de un único formato, simplifican mucho
el trabajo y permiten la utilización de bancos de sonidos creados
para los más potentes samplers profesionales, como los Kurzweil,
Akai o E-mu. Un programa shareware excelente
es Awave, que puede encontrarse
en Internet, y que permite trabajar con decenas de formatos diferentes.
14.5.4. Acceso a los sonidos
desde un secuenciador
Para poder utilizar bancos de sonido adicionales desde el secuenciador,
es necesario utilizar el software de control de la tarjeta. Estos
programas, que se incluyen con la compra de la tarjeta, permiten
normalmente la carga de hasta 128 bancos de sonido, numerados del
0 al 127 o del 1 al 127 (el banco número 0 suele corresponder a
los sonidos GM almacenados en ROM ). El número de bancos que se
pueden cargar simultáneamente vendrá determinado por la memoria
RAM disponible, de forma que la suma de sus respectivos tamaños
no exceda esta cantidad de memoria. No es necesario ocupar los bancos
correlativamente. De hecho, es mejor no hacerlo si nuestra tarjeta
es compatible General Standard, pues el GS utiliza parcialmente
los ocho primeros bancos (del 1 al 8) para variaciones instrumentales
y efectos de sonido (ver tablas
7.2 y 7.3). Una vez ocupados los números de bancos deseados
con los correspondientes ficheros, desde el secuenciador será posible
acceder a sus sonidos, anteponiendo el mensaje de cambio de banco
al de cambio de programa (ver apartados
8.6.1 y 13.8.1).
En la figura 14.5 se muestra el panel de control de la AWE32, en
el momento de cargar un fichero de banco de sonidos (.sbk) en el
banco número 12.
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Figura 14.5.
Panel de control de la AWE32 |
14.6. Programas de composición algorítmica
y de ayuda a la composición
14.6.1. ¿Que es la composición
algorítmica?
La estrecha relación que une a la música con las matemáticas ha
sido sobradamente tratada desde Pitágoras, y no insistiremos aquí
sobre ello. En cualquier caso, la composición musical, sea en el
estilo que sea, se ha apoyado siempre sobre una serie de reglas,
variables a lo largo de la historia, más o menos estrictas, conscientes
o intuitivas, incluso contradictorias, pero reglas al fin y al cabo.
Y la mera existencia de reglas, posibilita el hecho de que los procesos
compositivos puedan automatizarse.
De hecho, uno de los primeros sistemas algorítmicos
de composición musical, que permitía generar pequeños valses con
la ayuda de unos dados, fue ideado por el propio Mozart, y no ha
sido desde luego el único1.
Centrándonos en la informática, la primera obra musical
"compuesta" por un ordenador, la Suite
Illiac, data de 1955, y fue programada por el químico y compositor
Lejaren Hiller en la universidad de Illinois (dadas las limitaciones
tecnológicas de aquella época, el ordenador generó una ristra de
números que Hiller tuvo que pasar a notación musical convencional,
para que fuera interpretada posteriormente por un cuarteto de cuerdas).
Hoy en día, el MIDI permite que "estas ristras de números" generadas
por un ordenador, puedan sonar de forma inmediata. Por ello existen
multitud de programas que ofrecen enfoques muy diferentes, desde
el "superórgano" para acompañamiento automático, a la composición
con fractales, pasando por el programa que genera música a partir
de imágenes o el que compone standards
de jazz.
14.6.2. Posibilidades
de estos programas
Al ser éste un campo tan abierto, los enfoques adoptados son tan
numerosos como los propios programas. A nivel experimental existen
muchos programas de shareware
o de dominio público, desarrollados normalmente para el uso personal
del propio programador-compositor y pensados, por lo tanto, para
resolver problemáticas, inquietudes y planteamientos particulares,
que pueden o no adaptarse a su forma de hacer y de entender la música.
En Internet puede encontrar bastantes (pruebe por ejemplo los términos
"algorithmic composition MIDI" en un buscador como el de Altavista).
Los programas comerciales tratan lógicamente de ser
más "universales". En este apartado podríamos citar aplicaciones
como Band in a Box, más orientado
a crear composiciones de jazz , The
Jammer y Super Jam de
Blue Ribbon SoundWorks, que se defienden bien con cualquier tipo
de música tonal (basada en acordes), Koan,
programa especializado en música ambient y new age, apadrinado por
el músico Brian Eno (productor de U2 y Talking Heads), o el Visual
Arranger de Yamaha, que funciona como un extenso catálogo
de géneros y estilos musicales. En las figuras 14.6 y 14.7 se muestran
sendas pantallas de los programas The
Jammer y Koan.
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Figura 14.6.
Ventanas de The Jammer |
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Figura 14.7.
Koan, un programa de composición algorítmica |
Podríamos considerar una tercera vía de programas,
a mitad de camino entre el software educacional y el de ayuda a
la composición. Un ejemplo de este tipo lo constituye Power
Chords, de Howling Dog Software, especialmente destinado
a usuarios con ciertos conocimientos de guitarra. Este programa,
que se puede apreciar en la figura 14.8, es útil tanto para profundizar
en el dominio de los acordes, como para realizar composiciones a
partir de las prácticas y los conocimientos intuitivos de un guitarrista.
En una línea lúdica y didáctica a la vez, la compañía Blue Ribbon,
creadora del ya citado programa SuperJam,
ofrece varios paquetes más sencillos, como Mi
Primer Sintetizador (que aparece en la figura 14.9) destinado
a los más jóvenes, o Super Composer
pensado para usuarios sin demasiados conocimientos musicales
que deseen iniciarse en la composición, y todos ellos distribuidos
por Anaya Interactiva. Este tipo de programas puede constituir un
buen trampolín MIDI para usuarios con inquietudes musicales que
se encuentren intimidados ante la idea de componer.
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Figura 14.8.
Power Chords, una ayuda a los guitarristas |
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Figura 14.9.
Mi Primer Sintetizador despierta las inquietudes musicales
de los más pequeños |
14.6.3. Consideraciones
adicionales
Independientemente de sus características más individuales, la mayoría
de programas de ayuda a la composición ofrecen la posibilidad de
modificar parámetros en tiempo real, de forma que podremos ir ajustando
la pieza mientras la vamos escuchando. Muchos permiten también salvar
los resultados en forma de ficheros MIDI estándar, que posteriormente
podrán ser abiertos desde un secuenciador convencional para realizar
correcciones o añadir detalles, o desde un editor de partituras.
En tales casos, las partes algorítmicas generadas por estos programas
pueden servir de punto de partida o inspiración para una composición
más compleja.
Estableciendo un paralelismo con los programas de
imagen, podríamos equiparar la primera categoría de software más
experimental con los programas que generan imágenes a partir de
procesos matemáticos como, por ejemplo, los fractales. En este tipo
de programas el usuario debe experimentar con los parámetros disponibles,
para ir afinando los resultados mediante tentativas sucesivas.
Los programas comerciales más ortodoxos, podrían
compararse con los programas de 3D, donde el usuario crea figuras
y espacios, no a partir del dibujo, sino de la descripción de los
objetos, que son posteriormente generados por el ordenador de acuerdo
a ciertas leyes ópticas (perspectiva, reflexión de la luz, etc.).
En el caso de los programas de composición que nos ocupan, este
leyes no vendrán impuestas por la física, sino por el estilo de
música que pretendamos crear.
14.7. Programas de conversión
MIDI
Se describen aquí algunos tipos de aplicaciones que no encajan en
ninguno de los anteriores apartados. No se tratan los programas
relacionados directamente con el audio digital, que ya han sido
comentados en la primera parte de este libro, ni los que integran
MIDI y audio digital, que tienen su lugar en el capítulo
18,"Integración de MIDI y el audio digital". Tampoco se comentan
los más relacionados con la programación MIDI, que serán estudiados
en el capítulo 16,"Programación
MIDI en Windows".
- Programas de
conversión tono a MIDI. Estos programas, de muy reciente
aparición (por la potencia de calculo que requieren), permiten
convertir un micrófono conectado a la entrada de una tarjeta de
sonido cualquiera, en un instrumento MIDI, capaz de enviar las
notas cantadas a un secuenciador. Los algoritmos necesarios para
calcular la altura de un sonido en tiempo real son complejos y
presentan un inevitable margen de error. Conociendo estas limitaciones,
este tipo de software puede ser, no obstante, muy útil para desarrollar
algunas ideas en el secuenciador. Dos nuevos paquetes que realizan
estas funciones son Autoscore
de la compañía Wildcat Canyon's y Sound2MIDI,
de AudioWorks.
- Programas de
conversión de partitura a MIDI. Estos programas son la
antítesis de los editores de partituras, ya que partiendo de una
partitura escaneada (en formato .tif por ejemplo) generan un fichero
MIDI. Son el equivalente de los OCR pero para notación musical,
en lugar de texto. Los ficheros resultantes no suelen estar exentos
de errores, pero su uso simplifica bastante la tarea de secuenciar
un arreglo musical cuando disponemos de la partitura impresa,
aunque, eso si, para aprovecharlos es necesario un scanner.
14.8. Conclusión
Llegados a este punto, esperamos que habrá quedado
plenamente convencido de las inmensas posibilidades creativas que
ofrece el MIDI, pero desde luego, éstas no terminan con los programas
comerciales. Por su relativa sencillez ("unos cuantos mensajes de
unos cuantos bytes") el MIDI ofrece al programador multimedia un
sinfín de nuevas alternativas. Por ello, en el próximo capítulo
estudiaremos la organización y la configuración de todos los dispositivos
MIDI (drivers, puertos, etc.)
en Windows 95.
[1] En realidad, sistemas como
el de Guido d'Arrezo, se remontan al siglo XI.
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