¿Dista mucho entre el Longina músico y el audio-instalador?
¿Qué aspectos acentúan el uno y el otro?
...en realidad no me considero músico,
al menos en el sentido tradicional de "tejedor de melodías"
o "compositor de canciones". Carezco de formación
musical académica (aunque actualmente estudio musicología
y si he tenido que retomar estas herramientas) y nunca he sentido
atracción por lo "musical".
Por lo que si he sentido una atracción fatal es por el sonido
(audio) y lo he convertido en un fin en mi vida y hasta en una profesión.
Así que no existe distancia alguna entre Longina músico
y Longina audio _ instalador, porque son, o soy, un amante del sonido
y del placer de escuchar. Me gustaría convertirme, como a
Llorenç Barber, es un maestro de la escucha y poder contagiar
esta pasión a los que me rodean.
"Los sonidos no son sólo símbolos, también
son actos" (Llorenc Barber). ¿Es esto lo que pretendes
hacer patente con la combinación de Audio + Acción?
¿En qué consiste exactamente?
...hace unos minutos contestaba a la misma pregunta
formulada por Guillermo Escudero, el gestor de la página
chilena www.loop.cl. Estas palabras, que Barber pronunció
en el año 93, dentro de un artículo titulado "Los
Dioses Muertos" para el número 153 de la Revista de
Occidente, dedicada enteramente a lo sonoro, han provocado mucha
admiración y, lo que más me fascina, una inquietud
admirable en los que las escuchan. Trataré de explicarte
lo que pienso de esta frase tan sentencial. Cuando Barber habla
de los sonidos como "actos" y los excluye del mundo "simbólico"
yo entiendo que el sonido reúne varias características
que lo hacen independiente de otros tipos de lenguaje, y que su
condición es de "autonomía" respecto a otros
modos de comunicar. El sonido carece de significado, es por lo tanto,
significante. Se auto-gestiona y auto-explica, no se apoya en acontecimientos
exteriores porque no los necesita, y aquí es donde aparece
su condición de "autosuficiente". Huye de las trampas
del lenguaje y discurre libre y espontáneamente, narra el
presente, obvia las perversiones del discurso cultural y no triunfa
porque busca el encuentro constantemente. Quiere circular, correr
por el espacio y llenarlo todo, apropiarse de todo. A un sonido
no podemos darle la espalda, como hacemos con un cuadro o una escultura
cuando no nos gusta, y cuando hacemos sonar un sound system en una
habitación, su sonido "llena" todo el espacio posible.
Por estas razones, el poder del sonido como elemento comunicador
es realmente grande. Por otro lado está el concepto de "tiempo
real", es decir, la característica más importante
del audio: solo puede escucharse a lo largo del tiempo, concretamente
del tiempo que dura esa pieza sonora. El sonido es tiempo y, siempre,
tiempo real. Por todo ello, el sonido es un "acto", y
no un símbolo (estas mismas palabras son las que utilicé
para explicarme en la entrevista que te comento). Este razonamiento
se puede extrapolar sin ningún tipo de dudas al nuevo discurso
sonoro que defiende la Estética del Error, o a la laptop_music,
si quieres, en la que el medio se ha convertido en el mensaje. Mi
discurso, es pues, una actitud de búsqueda por la naturaleza
enigmática del audio como producto tangible, es decir, una
combinación, como bien dices, entre audio (la materia) y
acción (el modo en que se presenta el audio).
¿Cómo se llega a producir la interacción artistas/público/obra
(por ejemplo, en las presentaciones del IFI)?
...el festival IFI, del que formé parte
como co-director y artista (y con el que ahora no tengo relación),
sirvió de plataforma de experimentación, tanto para
los artistas que participaban como para el público al que
se emplazó. Cuando lo concebimos, pensamos en un laboratorio
en el sentido más literal de la palabra: un lugar para explorar.
Varios artistas (como es el caso de Sr. Pause) presentaron instalaciones
en las que el público debía interactuar para que la
pieza funcionara, (en el caso de este artista, el público
debía circular y tocar membranas para activar sensores y
efectos). Esta es la manera tradicional y más evidente de
interactuar, pero nosotros diseñamos el encuentro para que
la interacción se produjera a nivel personal e interno, es
decir, procuramos que las propuestas sonoras tuvieran la suficiente
calidad para provocar en el espectador un deseo y, como no, placer
puro y duro. Por ello tratamos de instalar sound-system de alta
calidad y acondicionar los espacios para percibir con mayor calidad
los sonidos generados en los conciertos. El caso más llamativo
y paradigmático fue la creación de lo que llamamos
CDAA (Cámara de atención auditiva), un espacio totalmente
oscuro y acondicionado acústicamente en el que los artistas
interpretaban su obra sin ser vistos y el público carecía
de uno de los sentidos que más distraen a la escucha: la
vista. Con este espacio conseguimos dos aspectos muy importantes
para entrar en el discurso del "audio" como elemento único:
por un lado desaparecía la idea de "autor", ya
que este no se veía y no había comunicación
visual y por otro aparecía la idea de "poder" del
sonido (imaginaros en una sala completamente oscura rodeados de
potencia sonora). Aunque no tuvo mucho éxito esta sala (el
público se asustaba), nos sirvió a nosotros para conocer
más de cerca el poder subversivo del audio y para romper
de una vez esa actitud pasiva de las personas que acuden a un evento
con la actitud de "mirar" y no ser visto. Esa fue y es
nuestro modo de interactuar con el público.
¿Qué papel puede jugar en ello la electrónica?
¿Significa realmente una revolución?
...ya no podemos hablar de revolución
porque ese tren ya ha pasado, sin duda. La electrónica ha
jugado y juega un papel fundamental en el sentido de que aporta
nuevos registros tímbricos (si Schoenberg, Ravel o Debussy
levantaran la cabeza y pudieran trabajar con un power book...).
Ahora podemos hablar de "discursos digitales" y "actitudes
contemporáneas", ahora debemos hablar del binomio artista-ciencia
y de la necesidad de crear nuestros propios instrumentos (programación)
para aportar algo nuevo. La electrónica (o mejor dicho, "la
electricidad") ha cambiado de nuevo el paradigma musical y
ha separado con fuerza a unas generaciones de otras, me refiero,
por un lado, a los herederos de las vanguardias europeas cuyo discurso
ha caducado (léase Stockhausen, Berio, Nono, Ligeti, y para
comprender esta caducidad léase Adorno) y por otro a los
herederos de la revolución electrónica de la última
década del siglo XX. Unos tratan de acercarse a los otros
y muy pocos lo consiguen, sobre todo porque es posible que este
acercamiento no tenga sentido. Resumiendo, pienso que el humano
necesita nuevos timbres, y es la electricidad la que puede aportarlos.
¿Representa el laptop la popularización del arte sonoro?
...si, el laptop es la herramienta más
popular y la puerta definitiva a este mundo, es la guitarra de los
años 60-70. Cuando vives cerca de un portátil, trabajas
con él o lo utilizas como extensión de tu cuerpo,
se va abriendo una nueva puerta virtual que te facilita la entrada
a este discurso, a este paradigma. El ordenador portátil
es, quizás, el gran icono del arte sonoro actual.
¿Cuál es el componente humano del 'error digital'?
¿Qué lo hace atractivo?
"Son los errores los que guían
la evolución; la perfección no ofrece ningún
incentivo para el avance"
Colson Whitehead [1999]
"Sólo observo que en las
más sofisticadas presentaciones, los errores tienden a ser
lejos más interesantes para la audiencia que el éxito".
David Zicarelli [1999]
Aquí tienes dos ejemplos de la cercanía
entre el error y el humano (pertenecen a un artículo de Kim
Cascone traducido en Resonancias). De la importancia de aprovechar
los deshechos y las "basuras" digitales. El error se ha
convertido, sin duda, en un elemento capaz de liderar el conocimiento
humano. En el caso de la música electrónica, muchos
programas y hardware se han popularizado precisamente por su error
de diseño. El ejemplo más clásico y recurrente
es el del sintetizador de bajos Roland Tb.-303, una máquina
creada inicialmente para imitar sonidos de bajos reales, acústicos,
pero que su ineficacia lo convirtió en la máquina
reina del movimiento acid, que fue uno de los primeros pasos al
estado actual de las cosas. Como esta máquina de Roland,
muchos códigos de programas se han escrito con fallos que
han sido los que han abierto nuevas puertas y así sucesivamente,
hasta hoy. Casi me atrevo a decir que somos (el arte, el sonido,
el humano), productos de errores, y no hay nada más humano
que un error impredecible.
Los paisajes sonoros 'inventados' o digitalmente forzados que creas,
¿qué sentido nuevo adquieren? ¿Es en manipularlos
donde reside el verdadero Arte y no en captarlos llanamente de la
naturaleza?
...esta es también una pregunta que se
repite constantemente y que yo también me hago en muchas
ocasiones. Trataré de responderla con material que manejo
habitualmente (parte de la entrevista que contesté a Guillermo
Escudero, de Loop.cl), citando de nuevo a los clásicos, en
este caso a Pierre Boulez:
(1*) […] En la historia de la
música apenas existe otra situación en la que el músico
haya participado de manera tan radical: la creación del sonido
mismo, es decir, la elección del material sonoro, no según
su efecto por su carácter obvio (ello sería trivial,
pues sólo sería trasladar los problemas de la orquestación
o instrumentación corrientes a un ámbito distinto).
Se trata, más bien, de la elección del material sobre
la base de sus cualidades estructurales internas. El compositor
es al mismo tiempo ejecutante, de modo que ejecución y realización
adquieren una importancia inusitada. El músico se convierte
en cierto sentido en pintor. Influye directamente en la calidad
de la realización. […]
[…]En la música electrónica, nosotros mismos
debemos construir cada sonido. No se trata de copiar sonidos naturales:
la mayoría de ellos son tan extremadamente complejos, que
una síntesis sería prácticamente imposible.
Por otra parte, la mera idea de pretender crear un sucedáneo
del mundo sonoro natural inspira horror. No tendría la calidad
de los instrumentos tradicionales ni las cualidades específicas
que, con razón, se esperan de los nuevos medios.
Este es el punto donde fracasan todos los especialistas en la construcción
de instrumentos electrónicos; de naturaleza bastarda y asexuada,
los instrumentos electrónicos ni siquiera pueden rozar el
verdadero problema de los timbres en el ámbito “artificial”.[…]
Estas palabras pronunciadas por Pierre Boulez
en los años sesenta, que provocaron una terrible crisis entre
los experimentadores, son hoy palabras caducas ya que, afortunadamente,
los instrumentos digitales y las herramientas software consiguieron
introducir un nuevo lenguaje sonoro que en muchos casos, aporta
más riqueza tímbrica que la que puede ofrecer la naturaleza
por si misma, sin esta alteración digital. Mis grabaciones
de campo son pues, un guiño amable a la naturaleza y una
historia audio-visual contada desde los canales de este nuevo lenguaje.
Pierre Boulez ha defendido el sonido natural como "tímbricamente
muy rico" e "imposible de emular" (se refería
a la falta de sentido que tiene tratar de emular sintéticamente
el sonido natural), creo que ahora hemos llegado a una situación
muy diferente y esperanzadora, y es que el sonido digital no solo
ha igualado la riqueza tímbrica del natural, sino que la
ha superado aportando un nuevo discurso sonoro. Es aquí precisamente,
el lugar en el que habitan mis grabaciones, aunque confieso que
no he conseguido, de momento, mi objetivo, ya que no estoy ante
los sonidos que busco. Lo que si he aprendido es que los aspectos
sociológicos que rodean al sonido son los que definitivamente
afectan a las grabaciones, por ello es muy importante "estar
allí" en el momento de grabarlos, y cuando hablo de
estar allí, no me refiero únicamente a estar presente,
sino a empaparse de lo social.
De nuevo resumiendo, obtengo los sonidos por este método
y la novedad, si es que existe, es el tratamiento que les aplico
posteriormente, ya que una vez descontextualizados cobran vida como
elementos autónomos y deja de tener sentido utilizar estos
sonidos para reintegrar al espectador en ese paisaje grabado, para
disparar su memoria. No comparto, entonces, los postulados de Murray
Schafer (ecología acústica) ni los de Pierre Schaeffer
(objetos concretos), trato de acercarme al sonido como actor de
la escucha.
(1*) Boulez P.: "En las fronteras de la tierra fértil".
Un análisis de los problemas sociales y técnicos referidos
a la música electrónica, en ¿Qué es
la música electrónica?, Buenos Aires, Nueva Visión,
Págs. 103-123.
¿Por qué crees que deberían revisarse los sistemas
de notación actuales en Música?
...en efecto, y más que revisarlos, yo
me hago las siguientes preguntas, respecto al nuevo discurso sonoro:
¿existen nuevos instrumentos sobre los que aplicar un nuevo
sistema de notación?, porque un laptop, aunque es un instrumento,
puede ejecutar miles de programas diferentes, y debido al componente
efímero de cualquier programa actual, es difícil establecer
un Standard, y más que difícil es absurdo. Aunque
se ha roto casi definitivamente con la idea rígida de "autor",
¿tiene sentido que una obra digital pueda reproducirse por
músicos que no la han compuesto?. ¿Eric Satie nos
ha dado una lección presentando sus partituras originales
con expresiones no convencionales como "toca esta frase como
si un gato te arañara la espalda"? ¿Es necesario
crear repertorios -canons- de música digital? ¿Qué
pasa con los profesionales de la música, con los intérpretes,
no tendrán una función importante? Es por estas cuestiones
y por muchas otras que se irán planteando con el tiempo,
la razón por la que planteo dudas sobre los sistemas de notación
actuales, aunque sigo disfrutando mucho con las obras clásicas
y con los conciertos de este tipo, como mucha gente, pero soy consciente
de que se acerca una gran crisis que replanteará muchos modos
actuales (por ponerte un ejemplo, aunque he estudiado hace muchos
años solfeo, no se leer partituras ni tengo ganas de aprender).
A tu juicio, ¿cómo es la
educación musical que se imparte actualmente? ¿Qué
aspectos novedosos puede cubrir la Sonología?
...pienso que, aunque existen centros especializados,
no se ha regulado todavía la enseñanza de este "supuesto"
nuevo lenguaje. Habitualmente (y debido precisamente a esta falta
de regulación) los artistas que han conseguido avanzar, tienen
una formación autodidacta, y los más poderosos han
inventado su propia herramienta (el caso de Miller Puckete y la
herramienta MAX/MSP). Varios son los centros que investigan en este
sentido, como el propio CSIC, la Fundación Phonos y, dentro
de la oferta privada, la Universidad Pompeu Fabra o centros como
el MCAD, todos ellos en España. En cuanto a centros internacionales,
destacaría el clásico IRCAM francés (con el
GRM), el MIT americano, el ZKM alemán y desde hace unos años,
muchos sellos discográficos y pequeños festivales
que han servido de escuela a muchos de los artistas que hoy aportan
novedades importantes, hablo de encuentros como Transmediale, Mutek,
Frequencies HZ y un largo etcétera que crece diariamente.
En mi página www.longina.com he puesto muchos enlaces interesantes
en el apartado de links que voy actualizando constantemente cada
vez que descubro algo nuevo.
Creo sinceramente, que la Sonología, como nueva formación
académica, no aportará nada nuevo, porque me temo
que estará enfocada a la gestión y producción
de los mass-media, aunque dependerá de sus alumnos. He estado
visitando las instalaciones y los programas en la Universidad Pompeu
Fabra de Barcelona y parece que su destino será formar a
buenos profesionales de la televisión y el cine, pero que
se apartará del arte sonoro, como es lógico, aunque
hay profesores muy competentes.
Publicado originalmente en proyectoeLe
www.proyectoele.org
www.longina.com
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