El grupo tecno Kraftwerk llevó su irónica
pasión por la tecnología hasta el extremo de ceder
su sitio sobre el escenario a cuatro robots con sus caras. Ahora,
Paul Webb, un británico afincado en Madrid, quiere que cuatro
ordenadores creen música autónomamente.
 |
|
Paul
Webb |
|
Webb lleva 20 de sus 34 años programando. Y durante la ultima
década se ha especializado en crear música con ordenadores.
O mejor dicho, enseñarles a hacer música por sí
mismos. Ha desarrollado varios programas shareware de composición
automática para Amiga y Mac.
'Me encanta el arte, y tengo una formación de programador,
de modo que este tipo de proyectos me permite emplear a tope mis
facultades'. Su primera gran instalación, Interactive Fluffy
Creature (Criatura Mullida Interactiva), era, en palabras de Webb,
'una especie de Tamagotchi enorme' que respondía a los estímulos
del publico y emitía sonidos generados según su ánimo.
Su siguiente obra, Interactive Buckets of Water (Cubos de Agua Interactivos),
empleaba el surrealismo como crítica social. 'La idea era
que la gente se está convirtiendo en robots debido a la tecnología
médica. Elegí dos cubos de agua, la tecnología
más simple, para representar nuestro cuerpo'. Los dos cubos
se dedicaban a hablar y pelearse entre ellos con voces sintéticas
generadas por ordenador y diálogos extraídos de los
culebrones de moda en Inglaterra.
Su actual proyecto es Interacting Sonic Agents (Agentes Sónicos
Interactivos). La idea es que cuatro ordenadores equipados con un
software extremadamente complejo comiencen a crear música
de forma conjunta. El resultado será una variación
casi infinita de texturas y patrones musicales cercanos a la música
más experimental.
Webb utiliza un módulo de sonido Yamaha algo anticuado,
pero al que los ordenadores llevan al borde del colapso binario
con un flujo arrollador de información. 'El resultado son
unos sonidos totalmente novedosos que normalmente no saldrían
de ese instrumento'. Una importante fuente de inspiración
de Paul son los ruidos que vienen de la calle. 'Me paso horas escuchando
los chirridos de los autobuses, imaginando cómo imitarlos
con el sistema'.
Como gran parte de las últimas vanguardias electrónicas,
el error digital (glitch) es una parte fundamental de la música.
Webb incentiva fallos en los algoritmos de Inteligencia Artificial
que animan el sistema, con la esperanza de que los ordenadores adquieran
un comportamiento errático que aporte características
novedosas a la música creada. La primera prueba en directo
de Interacting Sonic Agents se producirá en junio en el Radar
Bar de Madrid: concierto en duetto para Mac G3 y G4.
www.robotsoftware.co.uk
Publicado originalmente en Ciberpaís,
9 de mayo 2002
|