Plugins: El encanto de lo pequeño    
Alberto Gutiérrez Sep. 2000 sintetizadores, software, tecnología

El furor de los plug-ins (módulos "enchufables") está arrasando en todos los campos de la creación informática. Son esas herramientas virtuales que todo artista informático quiere tener en su maleta. Pequeños satélites que acompañan en sus órbitas a los grandes programas de diseño gráfico, vídeo y audio digital.

     

El origen de este artículo es la resurrección en forma de plugins de tres de los más famosos e históricos sintetizadores: Minimoog, Prophet V y PPG Wave 2.3. Se trata de tres pesos pesados que en sus versiones "reales" alcanzan en el mercado de segunda mano precios astronómicos como auténticas joyas de coleccionista.

La pregunta es: ¿pueden estos plugins reemplazar a sus homónimos en hardware? La respuesta es… casi. Es imposible recrear el mismo sonido de algo que tiene muchos componentes físicos que le dan al sonido "ese" carácter particular en cada caso. La aproximación de los plugins a este sonido es formular matemáticamente la respuesta y función de cada uno de los componentes reales. El sólo hecho de intentarlo ya es una pasada y requiere un conocimiento de la materia impresionante. Más aún cuando los resultados son como los de los tres plugins que nos ocupan.

La parte ventajosa del tema es tremenda, se superan limitaciones tradicionales de sintetizadores analógicos, como la inestabilidad de la afinación, la dificultad de repararlos y mantenerlos en la actualidad, el número de voces simultáneas (polifonía) y que no ocupan sitio físico, sólo un trocito de nuestro disco duro y memoria RAM.

     

Los que hemos tenido contacto directo con estos sintetizadores reales, nos sentimos un poco asombrados de ver su "alma" reflejada en la pantalla de un ordenador.

El caso del Model•E es la recreación del más clásico de los sintetizadores de todos los tiempos: el Minimoog. El aspecto visual es una réplica cuidada del original, con sus osciladores, sus filtros, etc. El sonido se acerca mucho al de un auténtico Minimoog, aunque existen detalles que nos recuerdan permanentemente que estamos ante un ordenador: el retardo en el proceso de cálculo, la falta de inmediatez a la hora de manejar sus botones, el ratón como mediador entre el usuario y el sinte… en fin, no todo iba a ser maravilloso ¿no?.

     

El Pro Five intenta ser la réplica del primer sintetizador digital de la historia que tuvo memorias de almacenamiento, el Prophet V. En este caso el aspecto gráfico se ha cuidado al máximo, con todo lujo de detalles. Lo que vemos en pantalla es una representación virtual del aspecto de este sintetizador. En el terreno musical, los filtros emulan de forma muy convincente los originales, con un tono áspero que hizo muy característico el sonido del Prophet V.

Por último, el PPG Wave V.2 es el alter ego de un sintetizador alemán que fue objeto de deseo de todo músico electrónico: el PPG wave 2.3, el primer sinte comercial basado en síntesis por tabla de ondas. Depeche Mode dieron buena cuenta de su potencial en Construction Time Again, siendo uno de sus "favoritos de todos los tiempos". La presentación de este plugin en pantalla trae el recuerdo del color azul pastel y los botones modelo tanque alemán.

Todo un lujo a cambio de un precio: la velocidad y capacidad del procesador han de estar a la altura del resultado. Prepara un buen Pentium vitaminado o un PowerPC nutridito si quieres manejar estos plugins con un poco de soltura, son voraces a la hora de reclamar recursos.

Más info en:

Model•E: www.steinberguk.com

Pro Five: www.native-instruments.com

PPG Wave 2.V: www.waldorf-gmbh.de