Música y Nuevas Tecnologías, Perspectivas para el Siglo XXI    
Varios Autores 1999 russolo, electroacústica, autómatas, tecnología, bibliografía
Editor: Eduardo Reck Miranda
Asociación de Cultura Contemporània L'Angelot, Barcelona
ISBN 84-922265-5-2
170 páginas

     
 

Música y nuevas tecnologías reúne once ensayos que proporcionan, por un lado, reflexiones sobre la música y su relación con la ciencia y la tecnología en este siglo que esta terminando, y por otro lado, cuestiones sobre sus tendencias para el siglo que está por venir.

El libro empieza con el ensayo "De Luigi Russolo al músico simbiótico", de Philippe Blanchard. Este autor rememora la importancia del trabajo pionero del compositor italiano Luigi Russolo para el lenguaje de música del siglo XX. Inspirado en el trabajo de Russolo, Blanchard nos revela el perfil de un nuevo tipo de músico, que está emergiendo con lo avances de los modernos medios de comunicación global a las puertas del siglo XXI: el músico simbiótico. El autor se basa en el libro El hombre simbiótico de Joël Rosnay, que propone que el ser humano del futuro no será ni una criatura biónica, ni un robot, ni un superhombre, sino un ser simbiótico. En resumen, Rosnay sugiere que las próximas etapas de nuestra evolución tinden a la generación de un macro-organismo gigante, formado por los seres humanos y máquinas, conectados una vasta red global de telecomunicación. En este contexto, Blanchard prevé que el músico simbiótico trabajará en cooperación con otros músicas y máquinas distribuidos por todo el mundo. Para poner una ejemplo de su tesis, Blanchard presenta uno de sus proyectos más recientes, en el más de 100 músicos de 25 países diferentes han compuesto una obra colectiva en Internet.

En el segundo ensayo, "Retorno a la música concreta", Carlos Palombini hace una reflexión profunda sobre Pierre Schaeffer y su obra. Schaeffer fue uno de los pioneros de la música electroacústica en Francia. A finales de la década de los cuarenta, desarrolló los fundamentos teóricos y prácticos de la música electroacústica, proponiendo un modo diferente de componer y de escuchar música, es decir, componer música con sonidos grabados (por ejemplo, a través de la técnica del collage en estudio de sonidos pre-grabados) y escuchar en conciertos la grabación del resultado final de estos collages (obviamente, sin intérpretes en el escenario, sino con altavoces y equipos de audio). De esta manera, aparece un nuevo tipo de música para una nueva forma de escucha, que es una consecuencia del advenimiento de la radio y de los sistemas de hi-fi domésticos.

Eduardo Polonio ofrece un interesante análisis crítico sobre el lugar que ocupa la música electróacustica cincuenta años después de su aparición. En "Música + Electroacústica: bodas de oro finiseculares", Polonio cuestiona la función y el futuro de este arte, del cual él mismo es uno de los representantes más activos en España.

"El futuro de la música del futuro", de Emanuel Dimas de Melo Pimenta, es un ensayo de carácter histórico y social. La propia forma de su texto –un zigzag de ideas y datos, cuya lectura nos revela una formidable cadena de conceptos interrelacionados- ilustra la influencia de los sistemas de hiper-comunicación en el pensamiento musical contemporáneo, y prepara el camino para los próximos ensayos de esta antología.

Mikhail Malt, por su parte, propone una reflexión sobre la influencia del ordenador en la praxis de la composición. En "Reflexiones sobre el acto de la composición", Malt presenta el ordenador no como un instrumento musical o una máquina para la composición automática, sino como una herramienta para establecer las conexiones entre los conceptos composicionales abstractos y sus realizaciones concretas, es decir, una herramienta que no ayuda a "escribir en el papel" nuestra ideas musicales.

Peter Nelson investiga en su ensayo la relación entre el instrumento y el lenguaje musical. La flexibilidad del ordenador para sintetizar una infinidad de sonidos ofrece sin duda un potencial increíble para la construcción de nuevos instrumentos musicales. No obstante, los músicos aún carecen de la tecnología para ellos. Uno de los mayores problemas, para el cual los fabricantes de ordenadores todavía no han encontrado solución, está relacionado con la interfaz humano-máquina: desde la invención del ordenador, la comunicación de las personas con el aparato se lleva a cabo a través del teclado y del monitor, y más recientemente, del ratón. En vista de ellos, los sistemas musicales también sufren de las misma enfermedad: los instrumentos musicales incorporados a un ordenador se tocan, con pocas excepciones, por medio de un teclado de piano. En "El cyborg musical", Nelson reflexiona sobre este problema y propone algunas alternativas para solventarlo, tanto desde el punto de vista tecnológico como desde el filosófico y musical.

El ensayo "Sobre los límites de los gestos de los intérpretes instrumentales" da continuidad al tema introducido por Peter Nelson. Su autor, Axel Multer, ofrece una visión general de algunos sistemas musicales, cuyos modos de manejos son distintos a los métodos tradicionales de establecer la interfaz humano-máquina.

La red global de ordenadores, o Internet, es de hecho un marco en este cambio de siglo. Fábio Kon y Fernando Iazzeta espanten la ideas ya expuestas por Blanchard y Pimenta, y examinan el potencial de Internet para la música. Para facilitar la comprensión de la dificultades que deben ser contrarrestadas a fin de que los músicos puedan utilizar mejor esta tecnología, los autores introducen algunos conceptos técnicos fundamentales. "La música en Internet: ¿un sueño o una realidad (virtual)?" expone asimismo algunos ejemplos de actividades musicales pioneras que han empleado Internet, a partir de las cuales podemos entrever los avances futuros.

François Pachet recupera la cuestión de los nuevos tipos de escucha anteriormente planteados por Palombini, y proporciona una visión más pragmática del tema. En "Escuchar música: ¿qué es lo que se toca?", Pachet comenta una serie de proyecto de investigación que están siendo llevados a cabo en el Laboratorio de Ciencias de la Computación de Sony, en Paris, con un especial énfasis en el llamado "Escucha activa". En este proyecto investigadores de Sony buscan nuevas formas de control musical que pueden ser ofrecidas a los oyentes en sus equipos de audio domésticos. Po ejemplo, la posibilidad de remezclar la música, de sustituir instrumentos o incluso de participar como intérprete. Así, igual que la música electroacústica puede ser considerada una consecuencia del advenimiento de la radio y de los equipos de grabación y de reproducción de audio en el siglo XX, tal vez el nuevo tipo de música que aparecerá a mediados del siglo XXI sea el resultado de otras formas de control musical que están siendo inventadas.

Los dos últimos artículos examinan el nuevo planteamiento del estudio musicológico que se está gestando actualmente: el planteamiento evolucionista. La idea evolucionista está logrando gran popularidad, sobre todo entre los músicos interesados en la composición algorítmica. En este caso, los algoritmos que normalmente se proyectan para el modelado y para la simulación de fenómenos biológicos son adaptados para la generación de material musical. Se considera que es funcionamiento de estos algoritmos para simulaciones biológicas tiene varios aspectos en común con los procesos organizativos de la música. En "La evolución de los organismos musicales", Bruno Degazio propone una metodología inspirada en simulaciones de procesos genéticos para estudiar la evolución de formas musicales y para generar composiciones. Degazio se vale de un programa de su propia autoría para ilustrar sus metodología.

El editor de esta antología amplía el tema expuesto por Degazio e introduce algunos conceptos fundamentales del planteamiento evolucionista aplicado al estudio musicológico. En "De los orígenes de la música a la vida artificial", el autor describe el proyecto de investigación pionero que él está desarrollando conjuntamente con filólogos en el Laboratorio de Ciencias de la Computación de Sony, en París. El equipo de investigadores está interesado en desvelar los orígenes y los procesos evolutivos del lenguaje hablado (es decir, de los sistemas fonéticos) y de la música. Para ello, investigan cómo la formas lingüísticas y las formas musicales prodrían originarse y evolucionar en una especia de ecosistema artificial habitado por comunidades virtuales de agentes (o robots) de disponen de mecanismos vocal y auditivo, capacidades cognitiva y memoria. En este caso, los orígenes y la evolución no son estudiados bajo una óptica puramente biológica (o genética, como en el caso expuesto por Degazio), sino desde un punto de vista cultural. Se supone que el desarrollo del lenguaje humano, y consecuentemente de la música, es más un producto de los procesos evolutivos de fundamento sociocultural, que resultado de una mera evolución de la fisiología humana.

Esperamos que Música y nuevas tecnologías sirva de inspiración para todos aquellos que, de una forma y otra, contribuyen a que el mundo sea más musical. Aprovechamos la oportunidad para agradecer a todos los autores su valiosas aportación a esta antología, y para expresar mi gratitud a Claudia Giannetti, por haber tenido al brillante idea de la realización de este proyecto de publicación y por haber coordinado el proceso de edición de este libro. Eduardo Reck Miranda. [ << ]