Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca
ISBN: 84-922224-1-7
93 páginas
Simpático, accesible y didáctico, estos son los tres
adjetivos que definen este libro. Es impresionante ver con que clarividencia
Russolo concibió a principios de siglo la composición musical a
partir de ruidos, y más sorprendente es conocer los artefactos que
diseñó para hacer posible sus composiciones futuristas.
Los músicos futuristas deben ampliar
y enriquecer cada vez más el campo de los sonidos. Esto responde
a una necesidad de nuestra sensibilidad. De hecho, en los compositores
geniales de hoy notamos una tendencia hacia la más complicadas disonancias.
Al apartarse progresivamente del sonido puro, casi alcanzan el sonido-ruido.
Esta necesidad y esta tendencia no podrán ser satisfechas sino añadiendo
y sustituyendo los sonidos por los ruidos.
Los músicos futuristas deben sustituir
la limitada variedad de los timbres de los instrumentos que hoy
posee la orquesta por la infinita variedad de los timbre de los
ruidos, reproducidos con apropiados mecanismos.
Es necesario que la sensibilidad del
músico, liberándose del ritmo fácil y tradicional, encuentre en
los ruidos el modo de ampliarse y renovarse, ya que todo ruido ofrece
la unión de los ritmos más diversos, además del ritmo predominante
tener una extensión mayor o menor . [
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