Al comienzo de los años ’70 una nueva generación de informáticos estaba a punto de salir de las Universidades de EEUU. Eran jóvenes con talento que se habían formado a la sombra de máquinas Digital. Como correspondía a su edad eran inquietos y tenían grandes aspiraciones e idealismo. Muchos de ellos empezaron su desarrollo profesional dentro de grandes compañías o instituciones gubernamentales, como el DARPA, desarrollando protocolos de comunicación, sistemas operativos y lenguajes de programación para las grandes máquinas de la época.
En torno a la electrónica se agrupaba otro importante y no menos prominente grupo de jóvenes. Estos, profesionalmente, podían integrarse en una compañía y seguir los designios estratégicos ya establecidos, o montar una empresa desde cero, opción esta última inabordable por las inversiones que suponía la fabricación hardware de ordenadores de la época, sin olvidar el esfuerzo para posicionarse en un mercado dominado por grandes corporaciones.
Para fortuna del segundo grupo, en el verano de 1971, Federico Faggin, ingeniero de Intel, inventó el microprocesador 4004. La trascendencia fue inmediata en el diseño de ordenadores pues se simplificó el hardware, incrementando la velocidad y, sobre todo, supuso un ahorro de costes de fabricación. A partir de aquí el mercado de los microprocesadores experimentó un rápido desarrollo marcado por la rivalidad entre fabricantes.
Al procesador de 4 bits 4004 le sucedieron el 8008 (1972) y el 8080 (1974), ambos de también de Intel. La cómoda posición de esta compañía fue perturbada en 1975 por el 6800 de Motorola. A su vez, varios ingenieros que participaron en el diseño del 6800, se incorporaron a MOS Technologies donde desarrollarían en 1975 el 6502. Y por último, en 1976, varios ex de Intel fundan Zilog y posteriormente introducen en el mercado el microprocesador Z80. En ambos casos los productos de MOS y Zilog superaban, respectivamente, al 6800 y 8080.
Como hemos dicho, el 4004 es el primer microprocesador de la historia. Se construyó con 2300 transistores con tecnología de 10µ. Su arquitectura 4 bits le permitía direccionar hasta 640 bytes de memoria. Busicom, compañía japonesa de calculadoras, fue la primera en implementar este micro.