SEVILLA. La música y su evolución
a través del siglo XX en los distintos soportes, desde la
era analógica a la digital, es el tema central que ocupa
al libro «Intersecciones.
La música en la cultura electro-digital» (arte/facto,Área
de Cultura del Ayuntamiento). Se trata de una obra en la que hay
nueve ensayos de autores tan destacados como Joan Elies Adell Pitarch,
Francisco Ramos, Daniel Varela, Norberto Cambiasso, Sebastián
Dyjament, Daniel Varela, Francisco Aix García y Pedro G.
Romero.
Este libro viene precedido por un prefacio, «Intersecciones,
híbridos y deriva(dos)», que ha sido escrito por Julián
Ruesga, director de la revista sevillana «Parabólica»,
una publicación que desde hace dos años se interesa
por la cultura que se sale de los circuitos oficiales. Para este
investigador, el libro no es más que «una reflexión
sobre cómo está la música en este momento y
cómo se ha transformado a lo largo del siglo XX como consecuencia
de las tecnologías electrónicas y digitales».
Y es que, según reconoce, cada uno de los textos de «Intersecciones»
no son «reflexiones eruditas y enciclopédicas, sino
reflexiones sobre cómo ha cambiado la música desde
el disco de pizarra hasta el MP3».
Una de las ideas que se manifiestan en este libro
es el hecho de que la música antiguamente se relacionaba
a un acontecimiento determinado. Esto cambia radicalmente en el
siglo XX con la llegada del fonógrafo, que permite disfrutar
la música en la casa de cada uno. «La década
de los años sesenta es muy significativa -apunta Ruesga-,
ya que en esos años los Beatles hacen planteamientos conceptuales
y crean una música para ser escuchada, por eso el libro trata
sobre el uso social de la música».
Con el avance de las nuevas tecnologías surgen
conceptos como el «Copy- left», esto es, aquella música
de consumo libre de derechos de autor que se encuentra en Internet.
De esta forma, se crea una red de comunicación en todo el
mundo. Sin embargo, los expertos opinan que los derechos de autor
no desaparecerán nunca.
Uno de los aspectos esenciales que Ruesga destaca
sobre la evolución de la música es el elemento de
las industrias culturales: «Son responsables de mucha morralla
de la que hay en el mercado, pero han democratizado el consumo».
En este sentido, Joan Elies Adell habla de que los medios de comunicación
han democratizado la cultura, «algo que es más importante
que los grandes compositores», declara Ruesga.
El sonido se puede retocar y eso ha cambiado la percepción
que tenían incluso los especialistas en música.
En su texto, Julián Ruesga habla del concepto
de «hibridación»: «Nosotros estamos interesados
en las culturas urbanas que son fronterizas. Todas están
interrelacionadas y la ciudad es el medio más híbrido
que existe. En las ciudades se puede acceder a todos los medios
de comunicación». Este concepto de la «hibridación»
está dando paso a un proceso creativo en los propios músicos
que tienen la posibilidad de fusionar distintos estilos sin ningún
complejo.
En el libro Joan Ellies Adell aborda en sus dos escritos
las relación de la música popular con las nuevas tecnologías
y su construcción de sentido de masas. Francisco Ramos rastrea
los cambios operados por la electrónica en la música
de sala de conciertos. Daniel Varela trata sobre la música
experimental en la actualidad y en otro texto sobre las últimas
relaciones entre música y tecnologías digitales. Norberto
Cambiasso entra en el mundo de la música improvisada. Sebastián
Dyjament reflexiona sobre el estado actual de la música electrónica
generada por instrumentos digitales, los cambios que ha producido
la masificación de la electrónica en la música
y las nuevas formas de usar y entender la música que esto
implica. Francisco Aix aborda el flamenco como campo de producción
cultural, sus dinámicas de creación artística
y las mediaciones de que es objeto por parte de sus diferentes públicos
y propone una interpretación desde los usos sociales del
patrimonio cultural flamenco. Por último, Pedro G. Romero
aborda los derechos de autor en la música popular desde diversas
paradojas dadas en el flamenco.
En todo caso, desde el presente, las nuevas tecnologías
como el iPod, que permite almacenar cientos de discos en un pequeño
aparato, auguran un futuro excepcional para la música.
La cultura del rock
En la evolución de la música en
el siglo XX hay que tener en cuenta el rock, género del cual
se acaba de celebrar cincuenta años desde su nacimiento.
En la década de los cincuenta y los sesenta el rock era considerada
como una música juvenil, aunque ya los Beatles llegaron a
realizar planteamientos conceptuales, es decir, música para
ser escuchada. Ya en los setenta surge el movimiento del rock progresivo
y el rock sinfónico, una generación de músicos
que han estudiado en los conservatorios acercan el rock a la música
clásica.
Hoy los instrumentos y los estilos musicales han
cambiado y dan como resultado una música totalmente distinta
y muy abierta a la experimentación, como ocurre con el caso
de la música electrónica.
Las personas interesadas en las actividades del colectivo
arte/facto pueden contactar a través de la web: www.parabolica.org
Artículo publicado originalmente
en ABC.es, 17 Octubre 2005
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